vitoria. No tiene mucho misterio este año el trámite parlamentario de las Cuentas de la Comunidad Autónoma Vasca, cosas del Acuerdo de Bases. El proyecto presupuestario arrancó ayer su periplo en la Cámara vasca -oficialmente lo hizo el sábado pasado al ser registrado- con las presentaciones por departamentos en Comisión, con la única incógnita, no exenta de relevancia, de si el Gobierno Vasco logrará en los 49 días que restan hasta que el Pleno dé el visto bueno a la Ley concitar algún respaldo nuevo y, más concretamente, el del PNV. El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre, y el portavoz jeltzale Ricardo Gatzagaetxebarria, abrieron el fuego parlamentario para empezar a tomar temperatura de en qué medida hay posibilidades de acercamiento. Ambos escenificaron sus diferentes criterios, dejando claro que a día de hoy no hay entendimiento pero también permitiendo atisbar que el tono de las diferencias, si bien contundente, no parece irreconciliable.

Discrepancias de base las planteadas por el aforado del PNV, que pueden resumirse en su consideración de que el ahorro positivo que prevé el Ejecutivo autonómico para el próximo ejercicio (295 millones de euros frente al déficit de 546 millones con el que se cerrará 2010) no es tal y que lo que subyace en el proyecto desgranado ayer por Carlos Aguirre es "más necesidad de financiación".

el cupo y el plan "b" La previsión de endeudamiento neto que hace Aguirre para 2011 es 897 millones inferior a la de 2010, con un déficit del 1,2% impuesto desde Europa. Un factor que influye notoriamente en el apartado de ingresos, al que hay que sumar lo que el consejero denominó el "efecto Cupo", cuya liquidación prevista en 2011 -sobre el ejercicio de 2010- será unos 300 millones de euros superior a la ejecutada en 2010 (en torno a los 1.015 millones de euros), implicando un escenario de ingresos "más restrictivo".

Este "efecto Cupo" -muy aludido en los últimos tiempos a cuenta del supuesto saldo negativo de la transferencia de las políticas activas de empleo- se deriva en parte del incremento de la recaudación de las diputaciones, impulsada en buena medida por la mejora del PIB, pero también por la subida del tipo del IVA en julio y, muy especialmente, por los 435 millones del denominado IVA de Rover, que el Estado ha litigado ante el Tribunal Supremo. Aguirre admitió que el Ejecutivo cuenta con un "plan b" en las Cuentas ante la hipótesis de que "se desmadre el gasto", por ejemplo si el Supremo fallara -de manera inédita- en contra del dictamen de la Comisión Arbitral y las arcas vascas se vieran obligadas a reintegrar esa cantidad al Estado.

la incógnita foral Esto en cuanto al contenido estricto del proyecto de Cuentas Públicas, porque el presupuestario es un puzzle en el que intervienen más piezas y, en concreto, los movimientos que se puedan ir dando en las diputaciones. El escenario de referencia puede ser el del año pasado, cuando PSE-EE y PNV -además de H1!- suscribieron un acuerdo de estabilidad para todas las instituciones en las que gobernaban. Este año, por el momento, no existe acuerdo alguno, pese a que el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, diera la semana pasada por hecho el respaldo de los socialistas a las Cuentas vizcaínas.

El portavoz de los socialistas vizcaínos y también en el Parlamento Vasco, José Antonio Pastor, dejaba ayer el camino expedito para intentar acordar los presupuestos forales, sin que eso signifique, añadió, dar un "cheque en blanco". Proceso negociador que deberán ahora abordar las partes y que, al menos en las hipótesis que se barajan, se entiende que abarcará a las tres diputaciones y, por extensión, al Parlamento Vasco, aunque en este último caso los socialistas cuentan con la mayoría suficiente para sacar adelante las Cuentas, merced al pacto que cerraron la semana pasada con el PP.

Si en Bizkaia puede ser aparentemente más complejo el acuerdo, quizá por la propia inercia preelectoral que arrastra la pugna Bilbao-Pastor, Álava puede ser el contrapunto y donde parezca más lógico un entendimiento -tal y como hicieron el año pasado-. El diputado general alavés, Xabier Agirre, manifestó en ETB que confía en la correspondencia socialista al apoyo jeltzale en Madrid, apoyo que en el territorio se reeditará en el Ayuntamiento de Vitoria.

Por ahora no han existido negociaciones formales en el Parlamento Vasco y en medios socialistas se fía al ámbito global vasco el impulso definitivo de las conversaciones para buscar aproximaciones entre ambos partidos que sustenten apoyos o, más probablemente, abstenciones en las votaciones de los diversos proyectos presupuestarios. Respecto al resto de grupos, la situación se puede asemejar a la del año pasado, con difíciles perspectivas para un acuerdo con Aralar, por ejemplo, que consideró las Cuentas de "regresivas" y "marcadas por el PP". El papel del PP también puede ser una factor para la marcha de las conversaciones con el PNV, puesto que el acuerdo interinstitucional entre PNV y PSE del año pasado estaba muy avanzado antes de que se cerrará el del PP.