caracas. El regreso de la oposición al escenario político como pieza clave en el Congreso supone el comienzo de una "nueva época para Venezuela". Aunque no será fácil contrarrestar la gran maquinaria que tiene a su favor el PSUV, los detractores del Gobierno confían en que muchas cosas podrán cambiar en esa nación sudamericana.
María Corina Machado, diputada electa por el estado de Miranda (centro) y una de las principales adversarias de Chávez, ha asegurado que los resultados de los comicios demuestran que "el pueblo de Venezuela dijo no al comunismo cubano, revocó a esta Asamblea Nacional y dijo queremos un país en el que exista pluralismo y distintos puntos de vista".
Durante la campaña, la oposición supo capitalizar los temores de una gran parte de la población ante las supuestas intenciones de Chávez de conducir a ese país (uno de los principales productores de petróleo del mundo) a un sistema político y económico igual al que ha mantenido el régimen castrista en Cuba desde hace más de 52 años. Machado, no obstante, ha advertido de que en el tiempo que resta para que al PSUV se le acabe su hegemonía en el Parlamento podría ser aprovechado por Chávez para tramitar aquellas propuestas que tendrían una franca oposición por parte de la MUD. "La Asamblea (en estos tres meses) va a intentar todo tipo de atropellos para consolidar su poder y el del presidente", dijo. "Sepan que nosotros vamos a representar y defender a todos los venezolanos", expresó al celebrar el triunfo de la MUD. "Lo relevante ahora es qué es lo que vamos a hacer quienes votamos por la democracia y los diputados que resultamos electos para hacer valer la soberanía expresada en el voto".
Los analistas ya especulan sobre cuál será la reacción del presidente ante la nueva situación parlamentaria. "Chávez intentará blindarse", comentó el director de Datanálisis.
Entre las elecciones de este domingo y la inauguración de la próxima Cámara que ha surgido de las urnas quedan tres meses en los que el Gobierno aún tendrá el dominio parlamentario. Y muchos piensan que, en ese plazo de tiempo en el que dispondrá aún de todas sus fuerzas en el Parlamento saliente, podría impulsar la aprobación de leyes y directrices relativas a su proceso de construcción del "socialismo del siglo XXI".