Nueva York. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se reunió ayer de madrugada con el rey de Marruecos, Mohamed VI, en Nueva York, tras la cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio organizada por la ONU. En la cita y según aseguró la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, Zapatero y el monarca alauí hablaron sobre las relaciones entre España y Marruecos, "que son una prioridad política española, como corresponde a dos países socios y vecinos que comparten muchos intereses". De la Vega no aclaró si en la agenda del encuentro se trató la reivindicación del primer ministro marroquí, Abás el Fassi, demandando, en su calidad de secretario general del partido Istiqlal, un "debate serio" que permita poner fin a la "ocupación de Ceuta y Melilla", pero dijo que el Gobierno, en esta materia, "ha apostado y lo seguirá haciendo por la diplomacia, que es un eje y un valor fundamental de nuestra proyección internacional".

Sí subrayó, sin embargo, que la posición del Ejecutivo español respecto al contencioso del Sáhara Occidental se mantiene. La posición española, afirmó la vicepresidenta, "es conocida y no ha cambiado. España considera que lo fundamental es encontrar una solución justa, duradera y mutuamente aceptable y que respete el derecho a la libre determinación del pueblo saharaui" y las resoluciones dictadas por la ONU.

Por ello, el Gobierno "apoya de manera decidida" los esfuerzos que está realizando el enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental, Christopher Ross, para alcanzar una solución que acepten tanto Rabat como el Frente Polisario. No obstante, desde el Ejecutivo reconocen que no sería "realista" una solución que no acepte Marruecos, que insiste en su plan de autonomía para la antigua colonia española como la única opción viable para resolver el contencioso.

Moratinos Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, tiene previsto entrevistarse el próximo viernes, también en Nueva York, con su homólogo, Taieb Fassi Fihri. Los dos jefes de la diplomacia habían acordado verse durante los contactos que mantuvieron en agosto a raíz de la crisis en la frontera de Melilla y aprovecharán la reunión de la Asamblea General de la ONU para hacerlo, si bien el propio Moratinos ha apuntado a un encuentro posterior en uno de los dos países.