madrid. La Audiencia Nacional juzgará el miércoles a Oier Urrutia González y David Hernández García, encargado y camarero respectivamente de un bar en Gasteiz, acusados de pertenecer a la organización juvenil ilegalizada Segi y de almacenar armas y explosivos. El fiscal Daniel Campos solicita una pena de 17 años de prisión para cada uno de ellos y la clausura definitiva del establecimiento.

Según el escrito de conclusiones provisionales del representante del Ministerio Público, ambos complementaban la actividad de lucha armada de ETA mediante actos de kale borroka "numerosos y reiterados", utilizando artefactos explosivos o incendiarios, causando "daños, coacciones y amenazas". Así, los dos acusados llevaban a cabo su actividad mediante lanzamientos de artefactos incendiarios, atacando vehículos de transporte público, provocando incendios intencionadamente, colocando artefactos explosivos y participando en contra-manifestaciones violentas con el fin de "producir profundo temor, atacando al conjunto de la sociedad democrática y constitucional del Estado de Derecho".

La Fiscalía sostienen que para los citados delitos, los procesados disponían del bar Galtzagorri, que "era utilizado por la organización Segi como lugar de reunión de jóvenes radicales y como almacén de material propagandístico de ETA para cometer acciones de violencia callejera".

fotos de garzón Mediante registros de la Policía Nacional, tanto en el local en el que estaba situado el bar como en el domicilio del acusado Oier Urrutia, se incautaron camisetas, carteles, huchas y pegatinas con el anagrama de la organización ilegalizada, fotos de presos de la banda, y un cartel con imágenes del juez Baltasar Garzón, de policías, guardias civiles y del rey Juan Carlos en las que se les acusaba de tener las manos manchadas de sangre. Además, fueron encontrados varios puños americanos, tirachinas, una pistola de perdigones, petardos, pólvora y un cuaderno con el anagrama de ETA.