parís. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha mostrado su apoyo a Sarkozy en su política de deportaciones de rumanos y búlgaros de origen gitano. "La señora Reding -ha dicho Il Cavaliere en referencia a la comisaria de Justicia europea- haría mejor en tratar el asunto en privado con los dirigentes franceses antes que en público como ha hecho". En una entrevista al diario francés Le Figaro, Berlusconi ha manifestado que "la convergencia italo-francesa ayudará a agitar a Europa y resolver los problemas con políticas comunes". Las palabras de Berlusconi matizan una controversia que no acaba de apagar el Elíseo pese a pedir a Bruselas calma y diálogo frente a una posible sanción por la expulsión ilegal de rumanos de origen gitano. Durante una reunión con senadores, Sarkozy manifestó que "no habría ningún problema" si los luxemburgueses quieren acoger a los gitanos. El presidente respondía así a las críticas de la comisaria de Justicia, Viviane Reding, de origen luxemburgués, quien comparó las deportaciones con los hechos ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial para retractarse después asegurando que fue malinterpretada. Un alto funcionario de EEUU dijo que "hay que invitar a Francia y otros países a respetar los derechos de los romaníes". La canciller alemana Angela Merkel criticó el tono y las declaraciones realizadas por Reding, calificandolas como no "apropiadas".