Vitoria. Fiel a su historia, el PNV sigue avanzando en su respuesta al comunicado por el que ETA anunció el alto el fuego tácito paso a paso. Juan José Ibarretxe popularizó la metáfora del avance de los carros sobre los pasos de los bueyes durante su etapa al frente del Ejecutivo vasco, y con él ausente, la formación jeltzale parece abonada al mismo guión en el que reina la cautela obligada por años de frustraciones.

Ayer fue su actual presidente, Iñigo Urkullu, quien esbozó la que será su estrategia ante el nuevo escenario político que se ha creado desde que ETA constató que no tiene intención de seguir con sus "acciones ofensivas", aunque lo hizo dejando en el aire un poso de misterio que, no obstante, recoge, según fuentes jeltzales, la intención de este partido por no quedarse cruzado de brazos y adoptar un papel activo ante el nuevo escenario generado por la tregua.

Ante los micrófonos de Onda Vasca-Grupo Noticias, Urkullu confesó que el PNV lleva días pensando qué puede hacer ante la coyuntura actual y, preguntado por si ya ha llegado a alguna conclusión al respecto, anunció de forma críptica que "en breves días" hará pública "alguna iniciativa".

El dirigente jeltzale no renunció al discurso que reclama a Batasuna un claro paso al frente ante un comunicado en el que, a su juicio, ETA reivindica su papel de vanguardia y pretende presentarse como "agente político".

Sin embargo en esta nueva coyuntura ve un factor que puede terminar siendo determinante porque es "una de las fortalezas que se están dando en la sociedad": que el propio MLNV "percibe" que la enorme mayoría de los vascos "rechazan y condenan cualquier acto de violencia". Dicho en otras palabras, que la casi absoluta "concienciación social" de que la violencia debe pasar por fin a formar parte "del pasado" es la principal clave que puede convencer definitivamente a este mundo de bajar la persiana.

Elevando la vista hasta la respuesta que vienen dando los partidos y poderes del Estado, Urkullu lamentó que no exista un discurso unificado dentro del socialismo sobre las propuestas de Jesús Eguiguren, y se refirió a la prohibición de la manifestación que debía haber reclamado el respeto "a todos los derechos humanos" de todas las personas el sábado pasado reiterando que su formación la considera una decisión "arbitraria". "No entendemos cómo es posible" que la Audiencia Nacional permita la celebración de manifestaciones como las que se han celebrado durante las semanas grandes y que ahora, "por razones políticas" tome este tipo de decisiones.

Ante la negociación presupuestaria que su partido prepara con el PSOE de cara a la aprobación de los Presupuestos Generales de 2010, Urkullu recurrió una vez más a la reivindicación de su "defensa de los intereses de Euskadi" como leit motiv de la estrategia jeltzale.

estabilidad y estatuto El dirigente nacionalista se mostró contrario a la convocatoria de elecciones anticipadas que precipitaría un posible no acuerdo en Madrid en aras de fortalecer "la estabilidad" en tiempos de crisis. Sin embargo, subrayó que quiere ver traspasadas las políticas activas de empleo -compromiso "incumplido" de la negociación del año pasado- para luego profundizar en el desarrollo del Estatuto comenzando por las transferencias que podrían ser armas contra la crisis.

En este sentido, lamentó la actitud obstruccionista de un PP que, a su juicio, sólo busca el "quítate tú para ponerme yo", y un PSE inoperante. Preguntado por si el lehendakari puede salir "trasquilado" de esta negociación, explicó que él personalmente buscó infructuosamente su colaboración de cara al desarrollo completo del Estatuto.