VITORIA. Estación de tránsito. La visita hoy a Euskadi del ministro principal de Escocia, Alex Salmond, va a tener más mimbres que los puramente diplomáticos o institucionales. Cuando se reúna con el lehendakari Patxi López y los directivos de algunas de las empresas y entidades financieras más importantes de este país, estará apuntalando algo más que los buenos lazos que ya le unen con Euskadi y los intereses de las compañías de su país con firmas vascas. Su visita es parte del trabajo de campo de un político que quiere lograr para su país un estatus de miembro completamente independiente e igual de la Unión Europea. En ese camino, su próximo objetivo es la independencia fiscal de Escocia respecto del Reino Unido. Salmond se mirará en el espejo vasco y tomará buena nota del régimen fiscal vasco. En una carta enviada a DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA, el líder escocés ensalza el autogobierno y reivindica para su país el modelo fiscal y económico vascos.
Frente a los estereotipos de sus adversarios políticos de corte centralista, Salmond huye de ensoñaciones políticas y se aplica una receta pragmática. Asocia el desarrollo y el bienestar de su país a la consecución de mayores cotas de autonomía e independencia y fía todo su empeño a ese objetivo. No da puntadas sin hilo, aunque modula los tiempos y los ritmos para avanzar hacia su meta. La correlación de fuerzas en el Parlamento escocés no le permite dar el gran salto, pero entretanto avanza hacia su próxima estación: la autonomía fiscal. Desde hace tiempo se ha fijado en el régimen fiscal vasco como un modelo a importar. Hoy no vendrá con el cuaderno de apuntes. Conoce bien la teoría, la ha estudiado a conciencia, pero hoy viene a ponerla en práctica.
En su apretada agenda de hoy se reunirá con el lehendakari López así como con los responsables de Iberdrola, Gamesa, BBVA y Banco Santander. Su intención es estrechar lazos económicos con Euskadi y con las compañías que tienen fuertes intereses comerciales en su país, especialmente en el campo energético y de las energías renovables, del que Escocia es una potencia mundial. Pero también llega para extraer conclusiones para seguir moldeando su proyecto de modelo económico. "Sin duda hay lecciones que aprender del modelo económico vasco que nos pueden ayudar en nuestra reivindicación de mayor poder para mejorar nuestro rendimiento económico", asegura Salmond.
En la carta que publica este diario, el mandatario escocés hace referencia a la actual crisis financiera y constata que Euskadi ha "resistido bien, mientras que el conjunto de España ha sufrido como el resto de Europa". Por ello, ensalza el modelo económico vasco que se caracteriza, según sus palabras, "por poder fijar las políticas que mejor se ajustan a sus propias necesidades; una ventaja que nos gustaría emular en Escocia". En este sentido, reclama "poderes económicos" para aprovechar al máximo las ventajas naturales de su país, entre las que incluye las prolíficas fuentes de energías renovables a lo largo y ancho de su litoral. "Pero para que podamos obtener los máximos beneficios, Escocia debería obtener una situación fiscal similar a la que disfruta el País Vasco", afirma.
Llegados a este punto, el ministro principal de Escocia lamenta los "enormes recortes" a su presupuesto destinados a cubrir gastos del Gobierno británico, y denuncia los poderes "extremadamente limitados" del Parlamento escocés para poder tomar medidas y aprobar leyes que contribuyan al crecimiento de la economía escocesa.
La reivindicación de un autogobierno al modo vasco no supone que Salmond haya renunciado a la independencia. Su declaración de principios en la carta remitida a este diario es clara en este sentido: "Escocia alcanzará todo su enorme potencial si obtiene el status de miembro completamente independiente e igual de la UE". Pero, a renglón seguido, matiza que hasta que esa independencia se materialice, su país necesita lograr "una total responsabilidad financiera". Dicho de otro modo, que su gobierno sea responsable de recaudar los impuestos. "En este respecto, la del País Vasco es una experiencia que podemos seguir", apostilla.
Pero, además de tomar nota, Salmond no renuncia a enseñar y dar algo de lo suyo. "Está claro que el País Vasco y Escocia tienen mucho que ofrecerse mutuamente".