Vitoria. En este largo camino, la última palabra la dirá la ciudadanía. Eso es al menos lo que transmitió ayer Pello Urizar, secretario general de Eusko Alkartasuna, después de que la Justicia española terminara impidiendo la marcha con la que Adierazi Euskal Herria pretendía haber defendido el pasado sábado el respeto a "todos los derechos de todas las personas". "Antes o después" habrá una nueva manifestación para dotar a estas reivindicaciones de músculo social, y cuando se produzca, "será multitudinaria", pronosticó el dirigente abertzale desde los micrófonos de la SER en una entrevista que también aprovechó para avisar a ETA de que "va a tener que asumir que ya no está dirigiendo la situación dentro de la izquierda abertzale".
La prohibición de la marcha convocada por Adierazi EH ha estado marcada por el escenario creado por el alto el fuego de facto que ETA anunció a través de la BBC, y ambas cuestiones siguieron ayer entrelazándose en el debate político.
Desde Ortuella, donde el PNV celebró un acto político, su presidente, Iñigo Urkullu, reiteró que la prohibición de esta manifestación sólo se puede entender desde una "aplicación arbitraria" de la Justicia hecha desde aquellos poderes del Estado que siguen caminando por "un círculo viciado". Pero al tiempo que lanzaba sus dardos contra quienes pudieron impulsar esta prohibición, Urkullu también miró al MLNV para decirle que "los procesos están bien, pero siempre y cuando durante los mismos se tomen decisiones".
En ese sentido, pidió al sector político ahora ilegalizado que "deje de marear" a la sociedad vasca y haga "lo que sabe que tiene que hacer" para desenredar la madeja de su futuro. "La violencia nunca debió existir y si ha existido, debe ya ser parte del pasado porque no conduce a nada", subrayó, antes de reclamar que "unos abandonen definitivamente la violencia y otros se alejen de la tutela de la misma para que, entre todos, podamos construir un nuevo futuro".
el valor de "Patxi y Antonio" De cara a ese mismo futuro, el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, volvió ayer a tratar de romper el inmovilismo que apresa a sus compañeros en dos entrevistas publicadas en los diarios de Prisa y Vocento. En su opinión, López y Basagoiti deberían hacer "cosas valientes" en lugar de "poner pegas a todo", porque así se beneficiarían políticamente y beneficiarían al país sin verse siquiera cuestionados desde Madrid.
De hecho, un paso más allá, miró a su propio partido para afirmar que "en materia de pacificación" no puede estar "al dictado del PP".
Sin embargo, su llamada cayó en saco roto, al menos en campo popular, desde donde Basagoiti no dudó en asegurar que Eguiguren "se ha equivocado siempre" en su esperanza de paz, ni en responder a su mano tendida reiterando que "no hay ninguna posibilidad de que el PP vaya por otro camino" que no sea el de la derrota policial de ETA.