MADRID. Todos los partidos políticos han acogido con cautela y escepticismo el anuncio de ETA de "no llevar a cabo acciones armadas ofensivas" y han exigido a la banda terrorista que se disuelva y cese definitivamente sus acciones terroristas.
Hasta el momento no ha habido una reacción del Gobierno, si bien el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha contactado con el Ejecutivo vasco y los portavoces parlamentarios después de que se hiciera público el comunicado de ETA, cuyo contenido es analizado.
El Gobierno Vasco, a través de su consejero de Interior, Rodolfo Ares, ha recalcado que el anuncio de ETA es "insuficiente y fraudulento" y que "los tiempos de las treguas han pasado".
Por parte de las víctimas, la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, ha exigido al Gobierno y los partidos firmeza contra ETA y que no se dejen engañar por la declaración de la banda terrorista.
En Madrid, la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, ha visto el anuncio como "claramente insuficiente" porque la sociedad española necesita que ETA abandone definitivamente las armas y se disuelva.
Desde el PP, su vicesecretario general de Política Autonómica, Javier Arenas, también ha exigido su disolución y ha recordado que en su partido tienen ya experiencia de "altos el fuego y treguas por parte de ETA" que "han terminado siempre igual: muy mal".
El presidente de este partido en Euskadi, Antonio Basagoiti, ha coincidido en que "tiene toda la pinta de ser un movimiento táctico".
Mientras, para el ex ministro de Interior con el PP Jaime Mayor Oreja, el anuncio es "una pieza" más en la "negociación" del Gobierno con ETA.
Por su parte, el PNV ha lamentado el contenido de un comunicado que "no es el que ETA debe a la sociedad vasca ni el que ésta esperaba", aunque ha aplazado, a la reunión de mañana de la Ejecutiva, un análisis global, mientras que el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, lo ha considerado "pura y simplemente una maniobra más de la banda".
Izquierda Unida, a través de su coordinador general, Cayo Lara, y de su portavoz en el Congreso, Gaspar Llamazares, ha reiterado la necesidad de que ETA abandone definitivamente las armas, si bien Lara ha acogido el anuncio con "absoluta satisfacción".
El BNG ha valorado el anuncio, al tiempo que ha confiado en que "con el silencio de las armas se restituyan también los derechos plenos a un sector de la sociedad vasca que, con la actual legislación, no se encuentra representado en las instituciones democráticas".
La presidenta de UPyD, Rosa Díez, ha expresado su cautela porque ETA ha aprovechado circunstancias similares en el pasado para rearmarse, aunque ha admitido que es una buena noticia.
De los últimos en reaccionar ha sido la izquierda abertzale, que hace tan sólo dos días pedía a ETA el cese permanente y verificable de la violencia, y que en una comparecencia sin preguntas ha valorado el alto el fuego como "una aportación de valor incuestionable para la instaurción de la paz y la consolidación de un proceso democrático".
Para este colectivo, el anuncio hace "irreversible la apertura de una nueva fase política en Euskal Herria".
Mientras, para EA la decisión de ETA debe ser "un primer paso" hacia una "tregua indefinida y verificable que defina un escenario de paz" y es una noticia "alentadora", y para Aralar la noticia es "positiva e importante", aunque ETA tiene que declarar "el cese unilateral y definitivo de su actividad".
Los presidentes de Navarra y Cantabria han visto el comunicado como una trampa, el cual Miguel Sanz ha calificado de "estratagema" para comproeter al Gobierno, y Miguel Ángel Revilla como "estrategia conocida" de la organización terrorista.
"No olvidemos que es el comunicado de unos criminales", ha remachado el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, mientras que para el de Canarias, Paulino Rivero, los terroristas tienen que hacer el gesto de entregar las armas para ganar credibilidad.
Cautela también es lo que ha pedido CCOO, al igual que el Sindicato Unificado de Policía, para quien ETA sólo intenta "ganar tiempo" para reorganizar una estructura "diezmada" y permitir que Batasuna vuelva a las instituciones.
Por su parte, la Asociación Española de Guardias Civiles ha pedido al Gobierno que no vuelva a cometer "el error" de cesar en la presión policial y judicial a ETA, y de "tregua trampa" lo ha calificado la Asociación de Escoltas en Activo del País Vasco.