vitoria. Aralar dio ayer inicio al nuevo curso político abierta a buscar acuerdos que den respuesta a los efectos que la crisis ha provocado en los trabajadores vascos, pero también convencida de que la clase política debe apostar en este momento por poner los cimientos desde los que construir "una paz duradera".
Según explicó su portavoz en el Parlamento Vasco, Aintzane Ezenarro, este nuevo curso estará marcado por las elecciones municipales y forales que se celebrarán en primavera tanto como por la "nueva esperanza de paz" que se intuye tras los tímidos pasos que aprecia en el entorno del MLNV y que podrían desembocar en la desaparición de la actividad de ETA.
abordar los debates pendientes Para Ezenarro, es evidente que existen "elementos nuevos" que inducen a ser optimistas a este respecto. Sin embargo, ante este escenario, subrayó que la clase política debe trabajar de cara a "poner las bases para una paz duradera", liderada por quien actualmente es su máximo representante: el lehendakari, Patxi López.
El PSE tocó la puerta de Aralar en julio para buscar acuerdos y ambas formaciones se reunirán la semana que viene para poner sus cartas sobre la mesa. Pero, de cara a esta reunión, Aralar insistió ayer en las que serán sus exigencias al lehendakari: superar la receta "policial" haciendo "una apuesta firme por la paz y los derechos humanos, civiles y políticos" como, recordó, le piden incluso sectores de su propio partido; cumplir la que fue una de las propuestas electorales del propio López poniendo en marcha "el debate político pendiente" sobre la readecuación del marco jurídico político vasco, y abriendo también la puerta a la búsqueda de "un acuerdo de país para alcanzar un final ordenado" de la violencia que traiga consigo "una paz sin exclusiones, vencedores ni vencidos"; y abordar una reforma de la política fiscal que garantice la prestación de servicios.
Sobre estas bases, subrayó Ezenarro, el Gobierno Vasco podrá contar con la colaboración de Aralar para construir el futuro del país.