Vitoria. El PNV no se sentará a negociar los Presupuestos Generales del Estado con Zapatero hasta que el Gobierno central culmine el traslado a Euskadi de las políticas activas de empleo en "los términos" recogidos en el Estatuto de Gernika. Así de contundente se mostró ayer el presidente jeltzale, Iñigo Urkullu, quien pretende acabar con las suspicacias que ha originado la diferente cuantificación de esta competencia que realizan nacionalistas y socialistas.
Si para el PSOE el traslado competencial se cifra en cerca de 300 millones, el PNV no aceptará menos de 450. La diferencia radica, principalmente, en la incorporación de las bonificaciones a las cotizaciones de los empresarios. Hasta ahora, los socialistas habían defendido que la adhesión de este capítulo supondría la ruptura de la Caja Única de la Seguridad Social, pero parece que este escollo puede no ser insalvable.
El portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, recordó ayer que su partido no busca el "menoscabo de la Caja Única" y argumentó que existen fórmulas para completar la transferencias en los escrupulosos términos estatutarios sin agrietar este capítulo de la Seguridad Social. En su argumentación, Erkoreka destacó que el Tribunal Constitucional dejó claro que las citadas bonificaciones "no son materialmente Seguridad Social", y por tanto no pertenecen a su ámbito específico. "No planteamos la regionalización de la Caja Única", añadió el portavoz jeltzale en la Cámara Baja.
Las reflexiones del dirigente nacionalista encontraron un punto coincidente en la voz del secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, quien aseguró que existe "margen" en la negociación para ultimar un acuerdo con el PNV. De esta forma, señaló que no le consta un planteamiento jeltzale que demande las políticas pasivas de empleo como condición para encauzar las negociaciones presupuestarias, lo que, según se desprende de sus palabras, respetaría la integridad de la Caja Única. En este sentido, añadió que las peticiones del partido liderado por Iñigo Urkullu se ciñen a "mayor autogobierno y traspaso de competencias", pero sin intención de romper el fondo de reparto común que recoge la Seguridad Social para las comunidades autónomas.
Además, el Ejecutivo autonómico rebajó el tono de sus críticas al PNV y, a través de su consejera de Empleo, Gemma Zabaleta, aseguró que si hay fórmulas para no romper la Caja Única, "hay que estudiarlas y abordarlas" porque "la disposición del Gobierno Vasco es de plena ambición en el autogobierno vasco".
Así las cosas, la pelota sigue en el tejado del presidente del Gobierno, quien en las últimas fechas ha reiterado su disposición a "dialogar". El próximo contacto entre socialistas y jeltzales se producirá hoy mismo, según adelantó ayer Erkoreka en Radio Euskadi.