madrid. La República Checa ofreció ayer al Gobierno de España y a la Iglesia cubana hacerse cargo de algunos de los presos políticos que vayan a ser excarcelados en los próximos días por el régimen castrista.
Las autoridades checas estarían dispuestas a dar asilo político a "dos o tres" opositores cubanos y a una decena de familiares, según informaron fuentes de la Embajada de este país en España.
El Gobierno de Praga trasladó su propuesta al cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, y al Ministerio de Asuntos Exteriores español. Además de concederles el estatus de refugiado político, los excarcelados y sus familiares que optasen por ir a la República Checa dispondrían de permiso de residencia y trabajo, de ayudas económicas y de plazas escolares para sus hijos.
"Estamos preparados para acogerlos, aunque hay que ver si se puede llevar a la práctica", añadieron las fuentes.
Los cubanos que fuesen al país centroeuropeo viajarían previamente a Madrid desde La Habana, de acuerdo con el protocolo establecido por el régimen castrista, la Iglesia y el Gobierno español.
Así ocurrió con el caso del disidente José Ubaldo Izquierdo, quien fue acogido como refugiado político en Chile, adonde viajó después de permanecer diez días en Madrid.
Otros excarcelados acogidos en España expresaron su deseo de irse a Estados Unidos una vez que cumplimenten toda la documentación. La República Checa, que no cuenta con embajada en La Habana, es uno de los países que tradicionalmente ha sido más crítico con el régimen castrista.
El ministro checo de Asuntos Exteriores, Karel Schwarzenberg, defendió en los últimos días que la excarcelación de presos políticos cubanos, por el régimen de Fidel Castro, es un paso positivo, pero insuficiente para que los 27 supriman la llamada posición común al no haber habido reformas profundas en materia de derechos humanos.