VITORIA.- "No tiene sentido entrar a respetar las listas más votadas cuando te están alterando las reglas de juego. Y también hay que ser conscientes de que en este país todos los ciudadanos, a los efectos electorales, debemos tener el derecho a elegir y a ser elegidos", aseguró, antes de añadir que "conseguir alcanzar ese umbral también de mínimos democráticos para todas las formaciones sería un factor de normalización, de normalidad y estabilidad".
No es la primera vez que el portavoz del PNV en el Parlamento Vasco critica la situación creada por esta ley y reclama que se permita la concurrencia de este sector para que el resultado que reflejen las urnas sea lo más fiel posible con el sentir de la sociedad vasca. Sin embargo, sus palabras siguen levantando polvo. Sobre todo cuando llegan en un momento político que desde hace meses vive pendiente de las reflexiones de la izquierda abertzale antes representada por Batasuna y el efecto que estas puedan tener en el final de ETA, y cuando liga esta petición con la negociación que PNV y PSOE preparan en el Congreso.
En una entrevista concedida a Europa Press, Egibar destacó ayer que "lo mismo que la estrategia político militar, la recreación de la noria autonómica también toca a su fin", y reclamó "un escenario de respeto entre las cuatro naciones que hay en el Estado". Pero, tras dejar sentada la mayor ante la negociación que se avecina, subrayó también que "si el PNV se adentra en una disquisición sobre listas más votadas" será porque antes se habrá eliminado el escollo que distorsiona la foto electoral vasca. "Hay unas elecciones en ciernes" y el PSOE "está preso de los nervios porque sabe que aquella herramienta que concibieron para controlar el mapa electoral político de este pueblo, toca a su fin", subrayó, antes de dejar caer también que el "esfuerzo para que podamos participar en un escenario en el que el voto popular" sea fiel a la representación real. será cuestión de "todos".
"terremoto político" Para Egibar, la desaparición definitiva de la violencia de ETA provocaría "un terremoto político" tras el que el PSE intentaría resituarse cambiando su actual discurso y orientándolo hacia los derroteros que ya insinúan algunos de sus integrantes, como el propio presidente del socialismo vasco, Jesús Eguiguren.
Ante estos pronósticos, el primero en salir al paso fue el secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, quien advirtió al portavoz jeltzale de que "se hará todo lo posible" para que en las próximas elecciones "no entre" ningún partido que no respete "la reglas de juego" o que utilice la violencia "como arma política".
Más beligerante, el portavoz del PP vasco, Leopoldo Barreda, criticó las palabras de Egibar referentes tanto a la evolución de la izquierda abertzale como a la reforma del modelo de Estado, que tildó de planteamientos de "ruptura" hechos sólo para pescar "un determinado voto" en el amplio caladero abertzale. "Esa lectura política que hace hoy Joseba Egibar no creo que le aproxime demasiado a los ciudadanos. Le aleja de la Constitución, le aleja de las mayorías, le aleja de un planteamiento abierto al conjunto de la sociedad vasca", aseguró, para acabar arremetiendo contra una postura que, a su juicio, "supone muy poco servicio al conjunto de la sociedad".