Londres. El Gobierno británico tratará de impulsar el ascenso social "mejorando la vida de la gente" procedente de entornos más desfavorecidos en lugar de conceder subsidios de ayuda a la familia, anunció ayer el viceprimer ministro, Nick Clegg. El número dos del Ejecutivo de coalición acusó al Partido Laborista de haber gastado "enormes sumas de dinero" en concepto de bienestar en los hogares británicos de ingresos bajos, sin que esas medidas hayan tenido un "impacto discernible" en las oportunidades de vida de los niños. Además de reprochar la gestión del anterior Gobierno, el líder liberal confirmó que el ex ministro laborista Alan Milburn, considerado uno de los fieles de Tony Blair, había sido designado asesor de Cameron en esta materia. "Para erradicar la pobreza se requiere un enfoque más completo.

La reforma del sistema de bienestar debería basarse en la necesidad de mejorar la vida de la gente, no simplemente en elevar sus ingresos", apuntó Clegg. Así, el Gobierno hará énfasis en materia de educación preescolar. En esta línea, Clegg dijo que la coalición está decidida a atajar el "apartheid educativo" existente entre el aprendizaje vocacional y el académico, así como a reformar los fondos destinados a la educación superior para asegurarse de que se logra el acceso de los estudiantes procedentes de entornos más pobres.