El acuerdo militar de Colombia con Estados Unidos convulsionó la región hace un año, copó la agenda latinoamericana durante el segundo semestre del año pasado y amenazó con aislar más al Gobierno del ahora ex presidente Álvaro Uribe. El Acuerdo Complementario para la Cooperación y Asistencia Técnica en Defensa y Seguridad fue rubricado el 30 de octubre en medio de un ambiente regional caldeado por la postura en contra de varios gobiernos, como Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, y la férrea defensa de Colombia. Las primeras versiones sobre el acuerdo se conocieron a mediados del 2009, cuando Washington preparaba el desalojo de la base de Manta, en Ecuador, por la decisión del presidente Rafael Correa de no prorrogar el contrato de 1999 que le permitía operar desde allí. El primer gobernante en levantar la voz en contra fue el venezolano Hugo Chávez, para quien el acuerdo era una amenaza para su país. De hecho, semanas después, decidió revisar las relaciones con Colombia, que las congeló desde el punto de vista diplomático y comercial ocasionando grandes estragos a las economías de ambos países.