Donostia. Las incógnitas sobre el robo de la placa que el Gobierno foral colocó en la entrada del Palacio de la plaza Gipuzkoa donostiarra ante la "imposición" de la bandera española empiezan a disiparse.
Tal y como informó este periódico en su edición de ayer, las dos personas involucradas en el sabotaje del pasado domingo contra la inscripción pertenecen a círculos carlistas. Concretamente, frecuentan actos de la Comunión Tradicionalista Carlista (CTC), la vertiente más integrista del carlismo, ubicada en la extrema derecha.
El autor material del robo sería Íñigo Pérez de Rada Cavanilles, hijo del marqués de Jaureguízar y presidente de la Fundación del mismo nombre; y quien le acompañaba era Ana Enríquez de Amilibia, hija del octavo marqués de Villacastel de Carrias. Según habrían recogido las cámaras de videovigilancia, los dos se habrían acercado a la placa unas cuatro horas antes de cometer la acción que llevarían a cabo minutos después de las 16.30 horas.
La militancia carlista de la pareja va más allá del robo frustrado de la placa, ya que ambos gestionan en la zona de Lumbier el Museo de Tabar.
Quien ayer valoró la sustracción fue el delegado del Gobierno en la CAV, Mikel Cabieces, que considerara "mal" el robo de la inscripción, "como cualquier otro incumplimiento de la ley".