jerusalén. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, desató ayer una virulenta ola de críticas tras responsabilizar indirectamente a su ministro de Defensa, Ehud Barak, y al Ejército israelí, de los trágicos resultados del asalto a la Flotilla de la Libertad.
Durante su comparecencia ante la comisión encargada de investigar el ataque que costó la vida a nueve activistas turcos el 31 de mayo, Netanyahu dijo que había dejado los aspectos técnicos del asalto al Ejército y que las preguntas que le hacían debían dirigirse a Barak.
La función de los políticos es "definir la política a seguir" mientras que "el Ejército decide cómo ejecutarla", "esa es la división de trabajo", explicó al ser consultado por el presidente de la Comisión, el ex juez supremo Yaacov Turkel, acerca de si fue el Ejército el que decidió el tipo de operación militar.
"Ese es el procedimiento aceptable", indicó el primer ministro, que testificó durante tres horas y media, una parte en público y la otra a puerta cerrada por los aspectos secretos relacionados con la seguridad. Netanyahu ha sido el primer político israelí que testimonia ante la llamada Comisión Turkel, de la que forman parte como observadores extranjeros el norirlandés William David Trimble, premio Nobel de la Paz, y el canadiense Ken Watkin, ex fiscal general del Ejército de Canadá. Los nueve activistas muertos iban a bordo de la nave Mavi Marmara, el más grande de los seis buques con cientos de activistas que trataban de romper el bloqueo y llevar ayuda humanitaria a la población de Gaza. Los hechos ocurrieron en aguas internacionales y cuando Netanyahu se encontraba en EEUU para entrevistarse con Obama.
"Quería que hubiera una única persona", respondió el primer ministro a la comisión, ante la que también insistió que en una reunión previa a su viaje con los siete ministros más importantes del gobierno sólo se tocaron los aspectos "diplomáticos" y "mediáticos", pero que "no hubo un análisis profundo" de la situación.
imagen internacional El principal partido de la oposición, Kadima, consideró que "Netanyahu ha arrastrado por el suelo la imagen internacional de Israel y ha permitido que los organismos de seguridad se conviertan en un saco de boxeo". "En el momento de la verdad reparte la culpa entre otros, y demuestra cada día que quizás sea el primer ministro pero no es quien dirige el Estado de Israel", agrega la formación. El diputado Wahabe, del mismo partido que dirige la ex ministra de Exteriores Tzipi Livni, cree que "Netanyahu no se ha acostumbrado aún a la idea de que él es el primer ministro y de nuevo baja la cabeza para decir "no sabía", "no escuché", tratando de desviar la responsabilidad", y recordando otros episodios en los que negó haber estado.