bilbao. ¿Los presos de ETA que renuncien a la violencia tienen derecho a la reinserción?

Todos los presos tienen los mismos derechos, lo que hace falta es que se cumpla la Ley. Ha habido decisiones que se han tomado en relación con presos de Nanclares de la Oca que están dentro de la ley, pero también la decisión contraria lo hubiera estado. Escribir una carta y ya estoy fuera de ETA son cosas que suponen simplificar mucho la cuestión. Hace falta más información a las víctimas, a los partidos políticos y más exigencia a los propios condenados. No puede ser que una cartita de un preso de ETA permita eludir una sentencia judicial.

Pero la normalización de este sector puede ser una de las claves para solucionar el conflicto.

El cumplimiento de la ley es ineludible para todos. Aquí no hay un escenario de liquidación de ETA. Tenemos una banda terrorista que sigue amenazando al conjunto de la sociedad y una serie de personas condenadas por pertenecer a ETA y por cometer una serie de crímenes horrendos de los que tendrán que responder. No hay un escenario de entrega de armas, ni de reconocimiento del daño causado, ni de petición de perdón, ni nada que se le parezca.

¿Confía en la nueva apuesta de la izquierda abertzale oficial?

No hay una nueva apuesta de Batasuna, lo que veo es una necesidad desesperada de presentarse a las elecciones municipales y de tejer algún nuevo montaje para burlar la legalidad. Todos deberíamos colaborar para que ningún testaferro de ETA esté presente en los próximos ayuntamientos y en las juntas generales. No se puede entrar al juego de ETA-Batasuna de construcción de apariencias para burlar la legalidad. Creo que no existe esa voluntad de ruptura con ETA y de liquidación de la banda terrorista. Y confío en que las decisiones que se han tomado sobre la Ley Electoral permitan prevenir esos escenarios.

¿Aunque dijeran explícitamente que condenan la violencia?

No es una cuestión de palabras, sino de hechos. Otros han roto con ETA en el pasado. Aquí se trata de combatir el proyecto totalitario de ETA. Y quienes siguen en una lógica en la que no hay una distancia respecto a la banda terrorista, no tienen por qué estar en las instituciones democráticas. No podemos rebajar el listón porque se trate de quienes se reclaman recién escindidos de ETA.

¿Qué le parece que el PNV se reúna con la izquierda abertzale?

Es un error, porque es tratar a ETA-Batasuna como una fuerza política y aceptar el escenario que ellos mismos han planteado. Es la estrategia de ETA-Batasuna, no es la del PNV. No sé si en términos partidistas, el PNV puede tener alguna ventaja electoral. Pero en términos democráticos, perdemos todos, porque cuando se le permite ser interlocutor político lo que se hace es dificultar que el conjunto de la sociedad la perciba como una organización totalitaria. Y el PNV se equivoca una vez más en esto.

¿Eso no es negar el diálogo a una parte de la sociedad vasca?

No, en absoluto. Todos los vascos pueden organizarse democráticamente. En democracia no existe el derecho de respaldar a un grupo terrorista.