bruselas. La cumbre de líderes de la Unión Europea aprobó ayer imponer a Irán sanciones más duras de las decididas por la ONU, incluyendo medidas en el estratégico sector del gas y el petróleo, para castigar al programa nuclear de Teherán, indicaron ayer fuentes diplomáticas.
Pese a ello, la UE recalcó su disposición a reanudar las negociaciones con Irán a fin de lograr un acuerdo para que ese programa atómico se ciña a los requerimientos del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). Los jefes de Estado y Gobierno comunitarios acordaron ayer respaldar las nuevas sanciones incluidas en la resolución aprobada la pasada semana por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, así como "medidas de acompañamiento".
Entre otras medidas, se prohibirán las inversiones de empresas de países de la UE en proyectos de petróleo y gas, así como las transferencias de tecnologías y equipos para este sector clave en la economía iraní.
El ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, explicó que en esta ocasión (y al contrario que en las tres tandas anteriores de sanciones) la UE ha decidido ir más lejos que Naciones Unidas "porque queremos mantener la opción diplomática". "Poner sanciones en la resolución del Consejo de Seguridad no significa que abandonemos la vía diplomática y negociadora", afirmó Moratinos, cuyo país ejerce hasta finales de este mes la presidencia de turno de la UE. Moratinos resaltó que la Unión y su alta representante, Catherine Ashton, han señalado "en muchas ocasiones" a los responsables iraníes su disposición a negociar, por lo que las sanciones "envían un mensaje muy claro a las autoridades iraníes".