VITORIA. El organigrama jerárquico le otorga, en su condición de presidente, la máxima autoridad en el Partido Socialista de Euskadi, pero la visión de Jesús Eguiguren sobre la apertura de una nueva etapa política en Euskadi no convence a los suyos. En una misma jornada, el lehendakari, Patxi López; el consejero de Interior, Rodolfo Ares; y el secretario de los socialistas alaveses, Txarli Prieto, enterraron ayer el optimismo explicitado por Eguiguren tres días antes al declarar que la evolución en el seno de la izquierda abertzale derivaría en la "pacificación".

El presidente socialista dibujó un escenario insólito en el que por primera vez ETA se ha encontrado con un "basta ya" por parte de su "brazo político", lo que ligó a la merma de apoyos sociales a las acciones terroristas y, como resultado, el fin de este tipo de violencia.

Tan sólo un día después de trasladar este mensaje a la opinión pública, desde su propia bancada parlamentaria reiteraron la máxima de "tolerancia cero" frente al terrorismo y todo aquel que no lo condene y se desvincule tajantemente de él. La contundencia en las reacciones socialistas ha ido ganando enteros a medida que ha avanzado la semana y, sobre todo, después de que el histórico dirigente de la izquierda abertzale Tasio Erkizia afirmase el martes que ahora "hay más razones que nunca" para emprender la lucha armada.

El lehendakari aprovechó las preguntas formuladas por los cibernautas en su sesión de Twitter para contradecir abiertamente a Eguiguren y calificar como "cantos de sirena" los últimos pasos en el entorno abertzale. Por su parte, el consejero de Interior, amparado por las declaraciones de Erkizia, fue quien de forma más vehemente se opuso a la visión optimista del líder del PSE al asegurar que la izquierda abertzale sigue defendiendo la violencia terrorista, lo que sitúa a esta corriente ideológica "muy lejos de hacer una apuesta inequívoca por las vías políticas". En su lugar, Ares defendió que los movimientos de la izquierda abertzale se deben a que está "obligada por las circunstancias" para tratar de "engañar" a la sociedad.

En la misma línea esgrimida por la portavoz del Gobierno Vasco, Txarli Prieto negó ayer que las declaraciones del presidente del PSE hayan generado polémica en el seno del partido y aseguró que aunque estos mensajes "coincidan más o menos" con la posición de la formación son interpretados con "tranquilidad y amabilidad".

división A pesar del mensaje conciliador del líder del PSE alavés, las diferentes versiones sobre los pasos completados por la izquierda abertzale revelan, por un lado, los límites que el estrecho marcaje del PP -socio preferente- impone a los pesos pesados del Gobierno y el PSE a la hora de hablar de ETA o el regreso de Batasuna a las urnas y, por otro, la incipiente brecha en las filas socialistas que separa la flexibilidad de Eguiguren frente a la apertura de nuevas posibilidades de relación con la izquierda abertzale y el férreo rechazo marcado por el consejero de Interior a esta posibilidad desde su llegada a Lakua.