las navarras deberán esperar. La ley que garantiza el derecho al aborto en la Comunidad Foral "dentro de la sanidad pública y concertada en los términos legalmente previstos" fue rechazada ayer por el Parlamento. La ausencia de cuatro parlamentarios de Nafarroa Bai impidió la aprobación de una norma que debía dejar sin efecto el recurso que el Gobierno de Navarra ha presentado ante el Tribunal Constitucional para intentar frenar la norma estatal por una presunta intromisión en el autogobierno.
Patxi Zabaleta, Maiorga Ramírez, Koldo Amezketa y José Ángel Aguirrebengoa se encontraban fuera del hemiciclo en el momento de la votación, por lo que los 23 votos de UPN y CDN -Miguel Sanz tampoco se encontraba en el salón de plenos-, fueron suficientes para derrotar los 22 de NaBai, PSN e IU, que tras meses de críticas y reproches al Gobierno foral, daban por hecha la aprobación de una ley que ha centrado el debate político desde el inicio de la legislatura.
Pero no fue así. Para regocijo y mofa de unos e incredulidad de algunos, los cuatro escaños vacíos en la bancada de Nafarroa Bai resultaban determinantes para el devenir de la votación, que volvía a poner en evidencia algunos de los males estructurales de NaBai.
La Ley del Aborto se había tramitado de forma directa y en lectura única para agilizar su publicación en el BON. Y es ahí donde los cuatro parlamentarios de NaBai quedaron con el pie cambiado. A diferencia de las tramitación ordinaria de una ley, que se vota tras el preceptivo debate, la urgencia requiere una votación previa que de el visto bueno a la lectura única. Algo de lo que no se percató nadie en Nafarroa Bai.
Sí lo hicieron el resto de grupos, que observaron desde sus respectivos escaños la espantada de la coalición. El resultado de la votación pilló por sorpresa a la presidenta de la Cámara, que tuvo que consultar con el letrado si procedía con el debate o daba paso al siguiente punto del orden del día. Más claro lo vieron los parlamentarios de UPN, que acogieron a limpia carcajada su victoria en la votación. La sorna y el regocijo, aunque más contenidos, también eran patentes entre los representantes de PSN e IU, que criticaron pública y contundentemente la actitud de Nafarroa Bai, a quien exigieron explicaciones.
Visiblemente molesta estaba la parlamentaria del PSN, María Chivite, autora de la propuesta, o la propia Asun Fernández de Garaialde, la parlamentaria de NaBai que debía defender el voto de su formación.