Vitoria. La consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, aseguró ayer que el drástico recorte económico anunciado por el Gobierno español y avalado por el Congreso de los Diputados -por un solo voto- no interferirá en el traspaso de las políticas activas de empleo a la Administración vasca, una versión que contradice la que fuentes de Lehendakaritza ofrecieron la pasada semana y en la que admitían un impasse en los contactos con el PNV a raíz del tijeretazo de Zapatero.

Estas mismas fuentes precisaron a DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA que el anuncio del presidente del Gobierno español había desactivado la negociación puesta en marcha con los jeltzales tras el determinante plácet de la formación presidida por Iñigo Urkullu a los Presupuestos Generales del Estado. Zabaleta negó la mayor y afirmó que el acuerdo económico entre ambas administraciones está próximo, lo que, a su entender, dibuja un escenario en el que nada hace presagiar que la transferencia de esta competencia pendiente se ultime este verano y se ejecute antes de 2011.

La consejera de Empleo, que realizó estas declaraciones en la presentación de un programa piloto destinado a dejar en manos del Servicio Vasco de Empleo, Lanbide, la gestión de la renta básica, eludió en su intervención cualquier referencia al compromiso adquirido por el Gobierno español con el PNV y el papel que esta formación jugará en el traspaso competencial.

Y es que en septiembre finaliza el plazo marcado por ambos bandos para concretar, sobre todo, la cuantificación de esta operación, el principal escollo que ha retrasado el traspaso de esta materia y que sitúa a Euskadi como la única comunidad autónoma, junto a Ceuta y Melilla, que carece de esta competencia. A punto de cumplirse seis meses de retraso sobre la fecha anunciada por el propio lehendakari para completar el traspaso, en el Ejecutivo autonómico quieren desenquistar este asunto antes de que comiencen las próximas negociaciones en las que Zapatero deberá buscar aliados con los que sacar adelante sus Cuentas para el próximo ejercicio y evitar así una ofensiva del Partido Popular encaminada a forzar las celebración de elecciones anticipadas.

El PNV ha denunciado con insistencia el "incumplimiento" por parte del presidente del Gobierno del compromiso alcanzado en septiembre al no informar a la formación jeltzale sobre la evolución de los contactos con la Administración vasca en esta materia. Asimismo, fuentes de este partido señalaron la pasada semana que a "López no le interesa tratar ahora este tema, y a Zapatero tampoco, con el parón económico es impensable transferir más de 400 millones de euros". Concretamente, el PNV cifra en 480 millones la competencia, mientras que el PSOE la valora en 315 millones, en ambos casos cantidades que chocan con la intención del presidente del Gobierno de ahorrar 15.000 millones de euros para cumplir el mandato internacional.