El mexicano Anastasio Hernández Rojas, golpeado el viernes por agentes estadounidenses de la Patrulla Fronteriza, falleció ayer de un paro respiratorio en un hospital de EEUU. Tras la agresión, Hernández Rojas fue internado en un hospital de California, donde le fue diagnosticada "muerte cerebral". Anastasio Hernández, que llevaba 20 años residiendo en San Diego y tenía cinco hijos estadounidenses, fue detenido el viernes por carecer de permiso de residencia. Momentos antes de su deportación, Hernández fue brutalmente golpeado.