vitoria. De negro riguroso, Landa acompaña con su luto casual el entierro oficial del Plan de Educación para la Paz. Tres años de acuerdos al hoyo. Nada en su expresión, sin embargo, denota los efectos esperados por la caza de brujas que está siendo objeto su plan. Un suave apretón de manos da paso a una entrevista honesta y a corazón abierto.

Lakua ha presentado el Plan de Convivencia [...] para corregir la "ambigüedad" del Plan de Educación para la Paz porque, dicen, "invita a la equidistancia" con las víctimas del terrorismo. ¿Comparte este criterio?

No. El problema es que se tardó dos años en hacer el Plan de Educación para la Paz, se habló con todos los grupos políticos, con los representantes de la enseñanza, las organizaciones que trabajan en educación para la paz y se incorporó el 80% se su aportaciones. Como siempre había polémicas políticas decidimos que fuera la ONU, a través del Alto Comisionado de Naciones Unidas de los Derechos Humanos, la que nos arropara porque tiene un modelo. Llevamos allí el documento y logramos un blindaje de consenso. Luego durante todo un año se desplegaron 90 programas, no 90 acciones, programas con seis millones de euros.

El Ejecutivo López ha tardado un año.

Después de ese trabajo que habíamos puesto en vías de despolitizar y de ponerlo sobre las bases sólidas de los Derechos Humanos, que son el consenso sobre el que hay que trabajar en la escuela, ahora nos presentan un documento de 20 páginas, porque aunque tiene 38, las últimas 18 son un corta y pega del anterior. Habíamos intentado sacar esta cuestión de la política para hablar de escuela y en positivo y ahora nos vuelve un documento político que no tiene análisis que lo sustente. Me entristece decirlo pero esto bloquea el debate.

¿Cuál es el objetivo de la reformulación del Plan de Educación [...]?

Eso lo tiene que aclarar el propio Gobierno. El objetivo que nosotros teníamos y, que creemos que la escuela que puede cumplir, es el de cimentar su potencial reconciliador. Para ello la escuela tendrá que trabajar con los Derechos Humanos y con nuestras heridas. Aquí se está hablando de heridas, por eso es una materia tan sensible, no sólo de heridas, pero también de nuestras heridas. Cuando las heridas están ahí, y no están consensuadas, no se puede utilizar la escuela para lograr un consenso que no hay en la sociedad. Lo equivocado es la función que se quiere dar a la escuela. La escuela no está para reparar ni homenajear a las víctimas, éstas deben de ser reparadas -y para ello debe haber políticas gubernamentales- pero la escuela es otra cosa.

Los socialistas defienden la violencia de ETA aparecía "oculta" entre otras violencias.

No es cierto que cuando se habla de las transgresiones de los Derechos Humanos, de todas las que vivimos aunque no tengan raíz política, se oculte nada. A la escuela hay que llevar Derechos Humanos porque va creando un modelaje. Esto no lo entienden los políticos porque creen que con mensajes basta, pero en la escuela no basta porque los mensajes rebotan. Lo importante es el modelaje, las actitudes y eso son horas de trabajo. Claro, si ese no es el objetivo, si el objetivo es reparar y homenajear a las víctimas -y además parece que a unas víctimas- la afirmación es un disparate.

¿Cuáles son las carencias el Plan de Convivencia [?] de López, Ares y Celaá?

El principal problema es que no se quiere entrar al debate educativo. Como entredice cosas y además en el documento hay distintas voces del Gobierno de forma dispersa -unas veces Interior, otras Lehendakaritza, otras Educación-, ha generado que cada uno se imagine lo que quiere hacer el resto. Algunas cosas que dicen son muy gruesas y en tono político; pone en tela de juicio a todo el colectivo de la escuela, como si el gobierno pidiera a la escuela que se ponga firme y le afeara la conducta, pidiendo responsabilidades. Un Gobierno tiene que acompañar a la comunidad educativa para que haya políticas densas de educación para la paz. Un Gobierno no debe ser el Gran Hermano que acusa a su sociedad. Por ser constructivo, decirles que en el tema que les preocupa, trasladar los testimonios de las víctimas, se dejó en marcha un programa piloto.