La Justicia ha condenado a 25 años de prisión al último presidente de la dictadura militar, Reinaldo Bignone (1982-1983), por delitos de lesa humanidad cometidos en Campo de Mayo, junto a otros seis militares. En concreto se le imputa la desaparición de más de 30.000 personas y el robo de unos 500 bebés cuyas madres fueron obligadas a dar a luz en centros de detención clandestinos.