vitoria. Si hay un colectivo al que afectarán directamente los cambios que el Gobierno Vasco pretende introducir sobre el actual Plan de Educación para la Paz, ése es el profesorado. Los docentes serán los encargados últimos de dirigir la aplicación sobre sus alumnos de esta herramienta, creada en su origen para educar a los escolares vascos en valores de paz. Y a ellos, se les piensa exigir que no sean "neutrales" y que tomen "una posición clara y firme contra la acción terrorista de ETA, no permitiendo ningún planteamiento justificador o explicativo" de su actividad. Sin embargo, los impulsores de esta reforma no se han puesto en contacto aún con ninguno de los sindicatos que les representan para explicarles cómo deberán plasmar este compromiso por lo que, como el resto de los agentes que integran la comunidad educativa (asociaciones de padres y alumnos y federaciones de centros escolares), denuncian que se les haya dejado de lado en este proyecto y exigen saber cómo les afectará.

En la elaboración del plan que el Gabinete López quiere ahora reformar, el gobierno tripartito buscó el consenso como punto de partida, involucrando en él a todos los agentes de la comunidad educativa, las organizaciones defensoras de los derechos humanos, las asociaciones de víctimas e incluso el alto comisionado de las Naciones Unidas para la defensa de los Derechos Humanos. Sin embargo, en la elaboración del borrador desde el que se pretende construir ahora esta reforma, apenas se han tenido en cuenta más voces que las de la propia Comisión Interdepartamental que la impulsa, lo que ha dejado a los representantes de federaciones escolares, sindicatos de profesores y asociaciones de padres y alumnos "totalmente alucinados".

"principios ideológicos" Desde ELA y STEE-EILAS, hasta CCOO y UGT, representantes de todas las centrales consultadas por este diario coinciden en denunciar que el Gobierno Vasco no haya tenido en cuenta su opinión para echar a andar esta reforma, y coinciden en explicar que han seguido su recorrido a través de la prensa teniendo que pedir incluso a terceros que les enviaran el borrador con el que trabaja Lakua, ya que ningún departamento se lo ha hecho llegar. Y eso a pesar de que, en una respuesta parlamentaria, el lehendakari Patxi López explicaba que había enviado el texto el pasado 23 de marzo "a las asociaciones, grupos políticos y demás agentes interesados" para que estos pudieran compartir con su Ejecutivo las aportaciones que tuvieran que hacer.

Por eso, ahora que comienzan a desentrañar la propuesta del gobierno, su máxima preocupación es saber por qué vías terminará transitando y cómo afectará eso a su trabajo en las aulas.

"Habría que evitar que la escuela y el profesorado sean utilizados para defender planteamientos parciales y/o partidistas". Así se expresa STEE-EILAS, la segunda central en representación, tanto en los colegios públicos como en los privados.

STEE-EILAS teme que "en una sociedad plural como la vasca" se pretenda adoctrinar a los escolares transmitiéndoles una "lectura unilateral" de los efectos que ha tenido sobre ella la violencia. Además, si bien considera "necesaria e irrenunciable" la educación en valores, exige que ésta se haga desde una perspectiva abierta y considera "un exceso" que se trate de cargar a la escuela con la responsabilidad de "intervenir sobre el conflicto".

El análisis es bastante similar en ELA, la central mayoritaria en los colegios privados. En su opinión, el borrador es un documento "totalmente político" construido en base a "los principios ideológicos del pacto PP-PSE que pretende hacer "un uso político de determinadas víctimas condenando al olvido a las demás". Además, denuncia la falta de concreción de un texto que no estipula ni cómo se deberán formar los profesores, ni qué contenidos tendrán que empezar a impartir. Y por todo ello, se pregunta cómo pretenden sus impulsores que el profesorado se implique en este plan.

La misma duda surge en UGT, a pesar de que es la central que mejor valora lo que conoce de este borrador. En su opinión, la educación es un pilar básico para comenzar a deslegitimar el uso de la violencia, y dado que actualmente la que azota a la sociedad vasca es la que ejerce ETA, apoya que no se sea neutral con ella y que se busque que los alumnos entiendan ese hecho diferencial desde jóvenes. Pero, como los demás sindicatos, también UGT echa de menos que se haya buscado su colaboración en este proyecto, ya que "un docente comprometido y conectado con los impulsos de Educación y de la sociedad es un docente mejor".

CCOO, líder en la pública, aún se muestra cauto ya que "no tiene una opinión cerrada", ya que también ha podido hacerse con el texto hace demasiado poco. Sin embargo, sí reconoce que hay algunos aspectos que les generan "ciertas dudas por los compromisos que se exigen a los profesores" y, más allá de que comparten el fondo de la reforma, sus representantes se muestran "preocupados" por cómo se está metiendo esta sensible cuestión en el ojo del huracán del debate político.

Por todo ello, los profesores esperan que el Gobierno Vasco escuche su voz, que a través de los foros que pueda encontrar, le dirá que trabaje para que en el tratamiento de este plan se impongan los criterios estrictamente pedagógicos, evitando que esta herramienta de educación en valores de paz quede dañada por el fragor de la batalla política y los intereses partidistas.