roma. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, aseguró ayer que el Gobierno "seguirá adelante" pese a las diferencias surgidas con su aliado y co-fundador de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), Gianfranco Fini. Berlusconi así lo manifestó durante una intervención en la Feria del Mueble que se celebra estos días en Milán y que llegan tras dos días de tensiones con el presidente de la Cámara de los Diputados, Gianfranco Fini, quien en 2009 fusionó su partido, Alianza Nacional, con la formación de Berlusconi, Forza Italia, dando lugar al Pueblo de la Libertad (PDL) en el Gobierno.

Unas tensiones que han llevado a pensar en una separación entre ambos después de que, según indiscreciones de la prensa italiana, el jueves Fini amenazara con constituir un grupo parlamentario propio junto con sus correligionarios, por su desacuerdo con la cada vez mayor influencia que tiene la Liga Norte en la coalición gobernante. "Creo que es posible que volvamos a unirnos" manifestó Berlusconi, quien señaló que aunque esto no suceda "el Gobierno seguirá adelante" y "la mayoría resistirá".

"No hay que preocuparse sobre la situación interna en el PDL -manifestó- la mayoría resistirá y el Gobierno superará cualquier problema. Son hechos superables vayan en la dirección que vayan".

ataque Por otro lado, el mandatario volvió a atacar a los jueces y a la oposición diciendo que la soberanía en la democracia italiana ya no pertenece al pueblo sino a los "fiscales de la izquierda que junto al Tribunal Constitucional hacen derogar las leyes que no les gustan" y reiteró su deseo de reformar el sistema. De este modo, Berlusconi hizo alusión a la petición al Tribunal Constitucional hecha por los jueces que se ocupan del caso Mills, en el que está imputado, para que se pronuncie sobre la ley del "legítimo impedimento", por la que el mandatario y los ministros pueden ausentarse de cualquier proceso.

Il Cavaliere lamentó además, como ya ha hecho en otras ocasiones, que el Ejecutivo italiano es el que goza de "menos poder" en todo el mundo, y aprovechó para relanzar la idea de llevar a cabo reformas constitcionales en ese sentido, aunque precisó que éstas "no son las más importanes". Asimismo, Berlusconi insistió en la idea de que los italianos puedan escoger al presidente de la República de forma directa como ya sucede con los presidentes de las regiones o con los alcaldes.

Sobre la crisis, Berlusconi apuntó que la recuperación está cerca pero que "no será rápida y sí será difícil" y destacó su preocupación por la posible quiebra de un país europeo.