AL parlamentario de EA Jesús Mari Larrazabal se le ha acabado la paciencia. El pasado martes, la Mesa del Parlamento Vasco no le admitió a trámite una pregunta a la consejera de Agricultura, Pilar Unzalu, alegando que se saltaba el Reglamento de la Cámara al incluir dos interrogantes en la siguiente frase: "¿Qué criterios y plazos maneja el Departamento de Planificación Territorial, Agricultura y Pesca para ocupar el puesto de director de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai?"

Larrazabal, que en lo que llevamos de legislatura ha presentado siete escritos de queja al órgano parlamentario, siente que la Mesa actúa de forma "arbitraria, injusta y malintencionada" con él, y pone más ejemplos. Se le niega la tramitación de una pregunta al consejero de Transportes, Iñaki Arriola, por utilizar el estilo indirecto al formularla; se le impide preguntar al consejero de Interior, Rodolfo Ares, por unas supuestas prácticas de tiro de ertzainas con fotos de presos de ETA por incluir la conjunción y, o se remiten sus iniciativas para Pleno a la Comisión de Sanidad, de la que no forma parte en virtud del acuerdo de reparto de puestos del Grupo Mixto y en la que por lo tanto no podría votar su propia propuesta.

Ayer, y aunque teme "represalias" por parte de la Mesa, que cuenta con un representante del PP (la presidenta, Arantza Quiroga), dos del PSE (Blanca Roncal y Jesús Loza), y otros dos del PNV (Iñigo Iturrate y Mikel Martinez), Larrazabal alzó la voz, metafóricamente hablando. "Sé que, como no me callo, van a hacer siempre una lectura restrictiva del Reglamento con mis iniciativas, pero si creen que me van a silenciar de esa manera es que no me conocen; lo tienen claro", aseguró ayer. El portavoz de EA se siente especialmente dolido porque, por ejemplo, al PNV le permiten formular hasta cinco preguntas en una. O por los retrasos o incluso el ninguneo del Gobierno a sus iniciativas, que frecuentemente no se contestan en plazo.

Pero no sólo EA se siente maltratada en el Parlamento. Aralar planteó ayer tres preguntas al lehendakari y en todas ellas López desvió las cuestiones a sus consejeros, algo que no hizo con las interpelaciones del resto de grupos. "No nos parece de recibo, no ya que no nos conteste, sino que ni siquiera esté en el Pleno", censuraba ayer Aintzane Ezenarro, portavoz de un grupo al que también le han rebotado sus iniciativas como si las hubieran lanzado a un frontón en vez de remitirlas a la Mesa.

El pasado otoño, el órgano no admitió dos interpelaciones de Aralar sobre Falange y Tradición y sobre el homenaje a Txiki en Zarautz por entender que no son de interés general.