washington. EEUU anunció ayer nuevos límites al uso y la cantidad de sus armas nucleares, en un giro con respecto a su política de las últimas décadas y que, según el presidente Barack Obama, abre el camino para buscar un mundo libre de armamento nuclear. En un comunicado tras la publicación del informe sobre la nueva estrategia, Obama aseguró que la nueva estrategia reconoce que la mayor amenaza "ya no es un intercambio nuclear entre países, sino el terrorismo nuclear y la proliferación".
Obama, que ha hecho de la lucha contra la proliferación uno de los pilares de su política exterior, aseguró que la nueva estrategia representa "un paso significativo" para hacer realidad su propuesta de un mundo sin armas nucleares, presentada en Praga hace un año.
La nueva estrategia nuclear estadounidense, recogida en la Revisión de la Postura Nuclear (NPR), establece, entre otras cosas, que EEUU renunciará a amenazar o atacar con armas nucleares a países que respeten sus compromisos dentro del Tratado de No Proliferación (TNP).
Esa renuncia se extenderá incluso si esos países atacan con armas químicas o biológicas a EEUU, si bien se reserva el derecho de modificar esa política según crezca el "potencial catastrófico" de esos posibles ataques. El Gobierno de EEUU sólo se planteará el uso de armas atómicas en "circunstancias extremas".
La nueva estrategia prevé también una reducción de los arsenales nucleares de EEUU. Este país no desarrollará nuevas cabezas nucleares -aunque sí puede usar componentes atómicos- y si se considera imprescindible el reemplazo de alguna de las ya existentes será necesario un permiso del presidente.