BILBAO. Katea ez da eten. Ese es el nombre del cuadro que engalana el despacho del presidente del EBB. Recuerda que la cadena con el pasado no se ha roto. Y ayer, durante la celebración del Aberri Eguna, sumó un nuevo eslabón. El que une la propuesta del PNV a la pugna por la institucionalización vasca iniciada por el lehendakari Aguirre. Un ejemplo a seguir puesto en relieve por los abertzales, que abogan por recuperar el "nervio" de treinta años de construcción nacional y social, que se habría visto afectada en el último año por las "turbulencias" de un pacto PP-PSE marcado por el paro, la deuda, la parálisis y su "estrategia de empobrecimiento" de Euskadi. Tras la puesta a punto de la iniciativa Ados!, el Día de la Patria Vasca asistió a su pistoletazo de salida definitivo. Mirando a los retos de un futuro marcado por la internacionalización, y con el autogobierno y el derecho a decidir bajo el brazo.

Así lo hizo público ayer el líder de la formación, Iñigo Urkullu, quien puso en valor la figura de Aguirre en el acto celebrado en la Plaza Nueva de Bilbao. "Luchó por las instituciones vascas. Luchó por el primer Estatuto", recalcó, para abordar después el visionado de un breve documental sobre su trayectoria. Y destacó que los retos que debió afrontar el primer lehendakari entroncan con una realidad no exenta de tragos amargos, como la persistencia de la violencia de ETA -"la última noticia de ETA es la muerte, y esto es lo que hace que no queramos saber nada con ella"-, y un pacto "de hierro" en la CAV.

A juicio del burukide, la entente tendría un objetivo claro: "Hace un año, nos normalizaron. Hace un año, cambiaron el color de Euskadi en su mapa. El mapa español. Pero el problema que tienen es que Euskadi sigue siendo verde. El problema que tienen es que Euskadi sigue siendo Euskadi. Por mucho que pretendan cambiar y diluir. Porque sabemos en qué consiste su normalización. Es imponernos su norma. La España de Estado-nación único y uniforme".

Un pacto que, además, habría repercutido negativamente en el progreso de Euskadi que, hasta el pasado año, registraba unos niveles de paro la mitad de elevados que en el Estado, y sumaba puntos en competitividad con la transferencia en I+D+i negociada por el PNV con Madrid. Unos capítulos que habrían dado paso a un nuevo relato de la mano de un Gobierno del PSE que ha trazado su trayectoria en base a un blindaje del Concierto Económico con el lehendakari López desaparecido, o unas negociaciones para traer a la CAV una competencia en políticas activas de empleo coja. Todo ello, a pesar de que los últimos treinta años hayan puesto de manifiesto el papel clave del autogobierno en el progreso y la superación de las crisis, como ya ocurriera durante los aciagos años ochenta.

INTERNACIONALIZACIÓN Por ello, ante un mundo globalizado que exige respuestas internacionales, y ante un Ejecutivo vasco que "no defiende" los intereses de la CAV, el PNV apuesta por moverse. Y lo hace poniendo el acento en la internacionalización de Euskadi -la creación de la eurorregión vasca es ya una conocida reivindicación jeltzale- y en la recuperación del pulso de treinta años de construcción nacional para recuperar el liderazgo económico, social y cultural. "Porque, si Euskadi no se desarrolla globalmente, no pervivirá como nación", zanjó.

En ese contexto se enmarca la propuesta Ados! extendida a la sociedad vasca, y ya presentada a los ciudadanos el 28 de febrero en el BEC. Una apuesta fundamentada en el respeto a la capacidad de decisión, a la territorialidad basada en la libre adhesión y a la bilateralidad en virtud de un pacto con el Estado que garantice el cumplimiento de lo acordado. Pero el tiempo de las presentaciones habría pasado a la historia. Los jeltzales escogieron ayer el Aberri Eguna para que la propuesta política, económica y social comience a dar sus pasos, estrechando puentes con una ciudadanía que tendrá un papel activo en su desarrollo.

Urkullu puso el foco sobre los tres pilares de la iniciativa. En primer lugar, recalcando que "no hay libertad sin músculo económico". Un progreso que habría que buscar como aguja en un pajar en un tiempo azotado por la crisis donde el jeltzale recetó "situar la economía para las personas en el centro de la actuación". Un punto al que habría que sumar la profundización en el autogobierno y la capacidad de decisión, la vertiente política de la iniciativa. En tercer lugar, como aspecto social, el burukide recordó que Euskadi "es un pueblo con identidad propia y tiene derecho a su defensa y presencia en el mundo". "Nuestros antepasados, Aguirre y tantos otros y otras, no pasaron guerra, cárcel y exilio para que nosotros ahora nos acomodemos y nos conformemos con lo que tenemos. ¡Y menos para que nos arruguemos ante Zapatero y Rajoy, o sus delegados López y Basagoiti!", concluyó.

En este sentido, Urkullu lamentó la atomización de los nacionalistas vascos y apostó por integrar en la apuesta de país de su partido a personas abertzales y demócratas, "superando los errores que en el pasado pudimos cometer". "Todos aquellos que crean que Euskadi es una nación. Todos aquellos que estén convencidos de que el presente y el futuro nos corresponde escribirlo a los vascos. Todos aquellos que crean en un futuro de bienestar y libertad encontrarán al PNV en su camino", aseguró.

El presidente jeltzale también se refirió a lo ocurrido en Álava, donde varios dirigentes de su partido se encuentran sumidos en un sumario por graves delitos. "Que quede claro. Trabajo y compromiso para que Euskadi crezca, prospere y se desarrolle. Crecimiento basado en el esfuerzo y trabajo diarios. Crecimiento productivo, no especulativo. Crecimiento desde la honestidad, la ética y la transparencia. Quien no actúe de acuerdo a estos principios, no tiene cabida en el PNV. No tiene cabida, Nadie. Nunca. Jamás".

En este sentido, destacó esos mismos principios rectores como pilares sobre los cuales asentar el proyecto jeltzale para combatir la crisis. "Entre nosotros, en el seno del PNV, nadie nos va a hacer perder estos valores. Nadie. Nunca. Jamás".