EL tiempo vuela. Nunca 72 horas fueron tan cortas, a pesar de que el plazo se alargue hasta este miércoles a cuenta de la Semana Santa. Y es que, reunir la que constituye una de las fianzas más altas reclamadas en España a políticos acusados de corrupción no es cosa fácil. El que fuera presidente balear del PP y ministro de Medio Ambiente en tiempos de Aznar, Jaume Matas, se encuentra sumido en la complicada tarea de reunir los tres millones de euros que le librarían de la prisión preventiva que dictó el juez del caso Palma Arena en su contra el pasado 30 de marzo. "Ha venido a burlarse de los simples mortales", afirmaba en su duro auto el magistrado José Castro, que además ha acordado la retirada definitiva de su pasaporte, le prohibe salir del país y le obliga a personarse cada quince días ante el juzgado.

Los veinte meses de investigación que ha supuesto este caso han arrojado todo un rosario de doce delitos supuestamente cometidos por Matas: malversación de caudales públicos, falsedad documental, prevaricación administrativa, fraude a la administración, blanqueo de capitales y un delito electoral.

El caso Palma Arena ha ocupado titulares y páginas y más páginas en los principales rotativos del Estado: Jaume Matas, además de ser el acusado en un jugoso proceso judicial, es el protagonista de un caso que se ha convertido en todo un arma arrojadiza en manos del PSOE contra el PP. El pasado martes, el día en que el juez hizo público el contenido del auto, la vicepresidenta primera del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, fue clara cuando acusó al PP en general, y a su presidente, Mariano Rajoy, en particupar, de "tibio" a la hora de condenar sus casos de corrupción. Por su parte, el ministro de Fomento, José Blanco, afirmó que Rajoy "está tardando demasiado en dar explicaciones" sobre el caso. "Está callando y está otorgando", añadía.

criterios dispares Lo cierto es que los populares han mostrado a lo largo de los últimos tiempos criterios dispares ante los diferentes imputados en sus filas por casos de corrupción. En el caso Palma Arena, el propio Matas hizo respirar de alivio a su partido cuando presentó su dimisión temporal como militante. Así, le evitó al PP hacer pública una incómoda expulsión. Rajoy acogió la noticia de esta renuncia con un evidente desinterés. "Le deseamos lo mejor al señor Matas y que se defienda. Si puede, que demuestre su inocencia", declaró. Esta postura contrasta con la actitud defensora tomada en casos, por ejemplo, como los del president de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, imputado por cohecho y que mantiene todos sus cargos, o como el del ex tesorero del PP, Luis Bárcenas, imputado por ese mismo tipo de delito, que aunque está cesado temporalmente, mantiene su militancia y su partido paga su defensa. Contrariamente, el PP decidió cortar las cabezas de otros incriminados en el caso Gürtel, que han sido cesados en militancia y cargo. Eso sí: hasta que no fueron citados a declarar como imputados, el PP no suspendió de militancia a los tres diputados por Madrid implicados. En definitiva: no han sido pocas las voces que se han levantado acusando a este partido de aplicar diferentes raseros en estos casos.

desvío de millones La anodina postura del PP ante la turbia gestión de Jaume Matas es cuanto menos desconcertante. Las acusaciones que el juez vierte en su auto sacarían los colores a cualquier grupo político. Según el magistrado José Castro, Matas sería responsable del desvío de en torno a 41 millones de euros de las arcas baleares con motivo de la construcción del velódromo Palma Arena. Pese a estar presupuestado en 48 millones de euros supuso un gasto de unos cien millones. También considera probado que se pagara con fondos públicos gastos del mitin central de la campaña autonómica del PP de 2007, y que se financiaron con parte del presupuesto del velódromo cuñas publicitarias y carteles de los populares. También le achaca el blanqueo de capitales, por la adquisición y remodelación de cuatro viviendas, entre ellas un palacete del siglo XVI. En su declaración ante el juez, el día 25 de marzo, el propio Matas reconoció haber cometido fraude fiscal al reformar su piso de lujo en Palma con dinero pagado en negro.

Maite Areal, la mujer de Matas, también está encausada por delitos relacionados con el origen de la fortuna que el matrimonió logró amasar. De hecho, la investigación coloca a la esposa de Matas como parte clave de los pagos con dinero en B y le señala como parte activa para tapar el incremento del patrimonio conyugal. El cuñado de Jaume Matas, Fernando Areal, ex gerente del PP balear, está también imputado por manejar las finanzas familiares y por hacer pagos con dinero negro. Por ello, tampoco podrá salir de territorio español y tendrá que presentarse quincenalmente en el juzgado.

El castillo de naipes de Matas se ha ido desmoronando en cuestión de días: tras hacerse público el auto, el ex presidente balear presentó su dimisión en la empresa estadounidense en la que trabajaba desde 2009. Ahora, el juez investiga si Jaume Matas posee patrimonio oculto en el extranjero, concretamente si ha evadido parte de los fondos obtenidos a EEUU.

una pensión mas dos sueldos El cerco se cierra irremediablemente sobre el ex presidente balear. Estos días se ha sabido también que Matas recibió una pensión del PP en 2007 tras abandonar su escaño en el Parlamento para afrontar su desempleo; una pensión de nada más y nada menos que de 5.000 euros mensuales que siguió recibiendo a pesar de que comenzó a percibir dos sueldos, uno por su labor en un gabinete de abogados y otro por su labor en un grupo hotelero.

La crispación entre PSOE y PP ha crecido un poco más si cabe dentro de todo este asunto, después de la negativa del Gobierno Valenciano de retirarle la distinción de ambaixador de la Comunidad Valenciana a Jaume Matas, a pesar de que el Grupo Socialista solicitó en las Cortes Valencianas mediante una proposición no de ley que el Consell revocara dicha distinción, que supone un reconocimiento a la defensa de los valores valencianos. Según el Gobierno Valenciano, que tiene a Francisco Camps al frente, todos los delitos de corrupción que se le imputan a Matas no serían incompatibles con esta distinción...

La cuestión es que la cuenta atrás avanza sin tregua. El abogado de Matas asegura que recurrirá la fianza por excesiva. Mientras, el imperio de corrupción y ostentación que había levantado Matas, cae inexorablemente.