Bilbao. Hay voces que apuntan a la implicación de su partido, no sólo de los imputados, en el "caso De Miguel".
Estamos aún en un proceso que está bajo secreto sumarial. Desconocemos los cargos y eso nos lleva a una situación de indefensión, no sólo a los afectados, sino también al propio partido ante las acusaciones sin base y sin fundamento. Eso sí lo denunciaría. Denunciaría la actitud de algunas formaciones políticas, en particular del PP alavés, que puede obedecer a un objetivo electorialista. No le importa ensuciar todo lo ensuciable posible sin ningún fundamento, cuando el propio PP tiene muchas cosas por las que callar a nivel de Estado español. Pero estando bajo secreto sumarial y, por tanto, sin saber de qué es de lo que estamos hablando, el PNV ha sido modélico al impulsar decisiones de manera severa, contundente y rápida.
¿Los "populares" buscan lograr una salida del PNV de la Diputación antes de las elecciones? ¿Cómo respondería a esa posibilidad el PSE?
No sé cuál es la actitud que pueda tomar el PSE. El PSE en Araba está interpretando como nosotros el partido que quiere jugar el PP. En las rencillas existentes entre PP y PSE en Araba, el PP hace todo lo posible para cobrar el precio que en su día parece se comprometió a pagarle el Partido Socialista de Euskadi, que no de el PSE de Araba, por el apoyo a Patxi López para ser lehendakari. Éste es un episodio más en ese precio que quiere cobrar el PP y, al mismo tiempo, en un desgaste del PNV y del PSE en Araba para las próximas elecciones.
¿Hasta dónde está dispuesto a llegar el PNV para depurar responsabilidades si las hubiera?
Hasta el fondo. Es una cuestión de principios. El PNV no se va a mover ni un milímetro de la honestidad, de la honorabilidad y la transparencia que tiene que ser santo y seña, como lo ha sido en 115 años de historia. Ése es el compromiso que tengo. No entendemos el PNV de otra manera que no sea ésta.
Este caso llega a un año de las elecciones. ¿Afectará a la posible candidatura de Xabier Agirre?
No sé quiénes serán los candidatos que el Araba Buru Batzar va a proponer; es su competencia. Pero si Agirre es candidato, como me consta que está en la reflexión del ABB, lo veo, tanto en su caso como en el del propio PNV en su conjunto, como una oportunidad para reivindicar la buena práctica de la política y el compromiso con una actuación ejemplar de los responsables políticos institucionales ante los ciudadanos. Xabier Agirre, como diputado general, ha hecho un ejercicio de todo ello en este episodio que nos está tocando vivir.
¿Cuándo se conocerán los candidatos del PNV en Araba y en Gipuzkoa?
Hay un criterio interno participado por los Territorios de que antes del verano estén definidas, cuando menos, las cabeceras de lista.
¿Volverá el PNV a gobernar las tres diputaciones?
En política hay que trabajar con el principio de realidad. Uno tiene que ser consciente de cuáles fueron las circunstancias que se dieron en 2007 tras las elecciones municipales y forales. Poniendo el ejemplo de la Diputación de Araba, fuimos la tercera fuerza política, no fue posible un acuerdo entre PSE y PP en aquellas circunstancias, tampoco un pacto por el que trabajó el PSE con otros partidos y de ahí que accediéramos a la responsabilidad de gobierno.
¿Lo ve difícil, entonces?
Partiendo de ese principio de realidad, lo primero que nosotros queremos es ganar las elecciones y después, ya veremos. Porque ganar no es garantía de gobernar, como hemos visto con el pacto que ha hecho que Patxi López sea lehendakari.
PSE y PP hace unos meses tenían claro extender el "cambio", pero ahora parece que lo esconden.
Como está más que visto que la sociedad sigue sin aprobar esa fórmula de gobierno, ahora juegan al despiste. Cuando el PSE dice que es posible que en el 80% pacte con el PP, habría que pedirle que identifique cuáles son las instituciones en las que quiere extender el pacto.
En ese escenario puede cobrar gran peso la presencia o no de la izquierda abertzale. ¿La veremos?
Ojalá. Por una cuestión mayor, que es que la participación de la autodenominada izquierda abertzale en las instituciones sería consecuencia de una apuesta clara no sólo por las vías políticas sino ante una organización terrorista. Y porque hemos abogado desde hace más de veinte años por la participación institucional de todo ese mundo. Los pasos para la normalización en la convivencia de la sociedad vasca pasan por que haya una participación y un compromiso de vida institucional de ese mundo.
Se va reformar la Ley Electoral para elevarles el listón aún más.
No creo que éste es el listón. El listón está puesto con la aplicación arbitraria de la Ley de Partidos. Ante ello y por la mayor de que ese mundo participe de las instituciones, lo único que puedo decir es cuánto daño ha hecho una organización terrorista con supuestos fines nacionalistas al discurso nacionalista, cuánta utilización han hecho de este supuesto compartir de fines los adversarios políticos y cuánto daño nos ha hecho al nacionalismo vasco la izquierda abertzale con su falta de decisión ante la organización terrorista.
Deduzco que esa reforma no es de su agrado.
Por supuesto que no. El destinatario de esa medida no sé si es tan claro que sea la autodenominada izquierda abertzale, puede haber otros. Y además, no se ve su efectividad. Si el objetivo es que se enfrenten a quien practica la violencia es más efectivo buscar la llamada a la consciencia de la autodenominada izquierda abertzale para que dé el paso definitivo.
¿Otro destinatario? ¿Quizá el PP?
Por una parte. Porque, por lo que intuyo, es una medida improvisada, consecuencia del marcaje que le hace el PP al PSOE, de las manifestaciones de Mayor Oreja. Pero también es un mensaje dirigido a los que puedan formar parte de ese polo o movimiento soberanista de cara a prestar unas siglas o servir de pistas de aterrizaje a personas de ese mundo.
¿Es una reacción a lo que dijo Mayor Oreja?
Sí. Son reformas de artículos que seguro que las tenían pensadas en su momento, pero es curioso cómo se plantean a la opinión pública sin haber tenido ningún contacto con los partidos políticos. Llama la atención que un Gobierno que aboga por llegar a consensos con otras formaciones políticas sobre política antiterrorista, plantee públicamente en 48 horas y sin que se haya comunicado siquiera a los partidos políticos que tienen representación en el Congreso esa reforma.
¿Puede ser que lo que dijo Mayor Oreja tenga algún fundamento?
No lo sé. Asisto un tanto extrañado a la polémica entre el PP del País Vasco y el PP a nivel de Estado. No sé si esto ha molestado al PP del País Vasco porque desde el electorado del PP en el Estado, si hubiera un atisbo de negociación con ETA, no darían crédito a que el PP del País Vasco estuviera sustentando a un lehendakari socialista. Y asisto de manera curiosa pero extrañada al mismo tiempo al rifirrafe en el seno del PP cuando -no es por dar pábulo a determinados comentarios- en el pasado se ha llegado a decir que ni ETA miente ni Mayor Oreja miente.
¿Le parece creíble la amenaza de Laura Garrido de romper el pacto con el PSE si hay conversaciones con ETA?
Eso obedece a las tensiones internas en el PP del País Vasco, donde hay un sector que no está nada a gusto con el apoyo prestado a Patxi López para que fuese lehendakari y con las bases de regeneración democrática suscritas con el PSE. Obedece al malestar y la rebelión de ese sector del PP.
Ahora irrumpe en el escenario la "Declaración de Bruselas". ¿Cómo recibe el PNV esta aportación internacional?
Como un elemento más en el camino para intentar convencer a todo un mundo. Pero no es nada diferente a lo que la sociedad vasca le está diciendo a ETA, no es diferente a lo que el PNV le ha dicho a ETA y a ese mundo. Que venga de mediadores internacionales quizá tiene el efecto pedagógico ante una organización terrorista de que no se va a encontrar con el acompañamiento de intermediadores internacionales como en procesos de paz anteriores. Pero ETA a quien debería hacer caso es a la mayoría de la sociedad vasca, que aboga por un cese definitivo de la práctica del terror.
¿Es un mensaje de consumo interno, dirigido al debate que mantiene la izquierda abertzale?
Sí. Hay un ejercicio de complicidad entre los mediadores y quien dentro de la autodenominada izquierda abertzale apoyó hacer autocrítica, que sabe que no puede seguir viviendo en política si no hay una separación con aquel que practica el terror, y que, a sabiendas de que ETA sabe que los mediadores internacionales tienen relación con ese mundo de la izquierda abertzale, busca el paraguas de esos mediadores.
¿La referencia a la postura adecuada del Gobierno español es un llamamiento expreso al Ejecutivo?
Tras 30 años en los que desde la acción político-militar se ha pretendido poner entre la espada y la pared al Estado y pretender una negociación con el Estado, tienen que concluir con un llamamiento al Gobierno español y a las fuerzas políticas para que sean generosas. Pero eso obedece a una consecuencia de todo un discurso durante tantos años.