madrid. El presidente del PP, Mariano Rajoy, aseguró ayer que no tiene "nada que añadir" con respecto a la situación del ex presidente del Govern balear y ex ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas. El líder de los populares, de visita en Canarias, prefirió "no ahondar" en la cuestión de Matas tras las últimas informaciones y, para evitarlo, centró sus intervenciones ante los medios de comunicación en las críticas a la gestión de Zapatero. Tampoco quiso decir nada de las sospechas sobre la financiación irregular del PP balear.
Acosado por los periodistas, Rajoy eludió también pronunciarse sobre la acusación de que la dirección de su partido siguió abonando un sueldo millonario (5.000 euros al mes) a Matas cuando éste, en 2007, dejó la política para ir a trabajar para una empresa privada en EEUU (Pricewaterhouse Coopers), en la que ayer presentó su dimisión. Ese pago, según El Mundo, habría sido ordenado por el gerente del PP nacional, Luis Bárcenas (imputado también por corrupción en el caso Gürtel) y avalado por el propio Rajoy.
críticas Ante este silencio, la totalidad de los partidos del arco parlamentario estatal y el propio gobierno de Zapatero, arremetieron contra el líder del PP exigiéndole mayor contundencia ante la corrupción y mas transparencia.