El Gobierno Vasco aprobó ayer el nuevo currículo de educación en el que, entre otras materias, se establece como obligatorio que todos los centros educativos den cabida al testimonio de las víctimas de ETA en sus aulas, aunque el propio centro decidirá si estos testimonios son presenciales o a través de vídeos. Esta demanda forma parte, a su vez, del recientemente reformulado Plan de Educación para la Paz cuyo borrador recibieron los partidos la semana pasada. La consejera del área, Isabel Celaá, explicó que el currículum es "plenamente respetuoso con la legalidad" y no está sujeto a "inseguridad jurídica", al tiempo que señaló que no tiene una "carga ideológica partidaria". El documento, que guiará los contenidos de la educación básica vasca a partir del próximo curso, recoge el rechazo a la violencia de ETA y la define como "violencia ilegítima". Entre sus objetivos recoge el respeto a los derechos humanos y la obligación de los centros de trabajar la "empatía hacia las víctimas".