madrid. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció ayer en el Congreso la llegada, de madrugada, de un primer preso de nacionalidad palestina procedente de la cárcel de Guantánamo que, al igual que el resto de internos del penal estadounidense que acogerá España, tendrá libertad de movimiento y permiso de residencia al no tener causas pendientes con la Justicia, si bien un acuerdo con la UE impedirá que puedan viajar al resto de países europeos. El ministro declinó ofrecer más detalles acerca de la situación que disfrutarán en España porque, según dijo, "vienen a rehacer su vida". "Por razones evidentes no vamos a ofrecer más datos, simplemente la nacionalidad de quien ha llegado, no queremos dar más datos porque pretendemos que quienes vengan a España puedan vivir y rehacer su vida y eso a veces es difícilmente compatible con según qué cosas", dijo. Aseguró que España acogerá un máximo de cinco presos de la cárcel ilegal si bien no precisó el número exacto, ni las nacionalidades, ni los plazos previstos, aunque aclaró que, tal y como se acordó con EEUU, "ninguno de ellos tendrá causas pendientes ni con la Justicia estadounidense, ni con la de la Unión Europea ni con la de sus respectivos países de origen".
vigilados "Todos los países sabemos quienes vienen a Europa", anunció el ministro al tiempo que indicó que el acuerdo que limita la capacidad de movimiento fuera de las fronteras españolas es "para evitar que Schengen sea utilizado de una manera poco cuidadosa". "La libertad de movimiento queda restringida al país que les acoge", aclaró.
Rubalcaba explicó que, además del requisito de no tener causas pendientes con la Justicia, lo más importante es "garantizar la seguridad de los ciudadanos españoles", pero no precisó en qué van a consistir las medidas de control de estos presos una vez lleguen a España ni la ciudad exacta en la que van a ser alojados.