Málaga. Los dos grandes partidos políticos mantienen sus descalificaciones mientras no doblegan sus posturas para alcanzar un pacto firme que haga frente a la situación económica. Durante su intervención ayer en Málaga en el mitin organizado por el PSOE-A para conmemorar el Día de Andalucía, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, volvió a instar al líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, a que presente sus propuestas para salir de la crisis económica.
Ante las 16.000 personas que, según el PSOE, asistieron al mitin celebrado en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga Zapatero aseguró que "diciendo no a todo no se ayuda a España a salir de la crisis". "Tenemos que ser capaces de arrinconar las diferencias y construir juntos pensando en los que no tienen trabajo y sus familias", afirmó.
El presidente del Ejecutivo se mostró seguro de que a través de la comisión negociadora creada para tratar de lograr un acuerdo entre los partidos políticos frente a la crisis económica, una propuesta que "no tiene color político, sólo voluntad de trabajar por la economía de nuestro país", se logrará salir de ella.
El líder socialista declaró que la mejora de la economía sólo puede llegar a base de un gran esfuerzo colectivo, del Ejecutivo, de las comunidades autónomas, de los empresarios y de los sindicatos. De esta forma, defendió que es necesario para salir de la crisis acuerdos sociales con sentido de la responsabilidad para mejorar el mercado de trabajo, al tiempo que reafirmó su deseo por alcanzar un acuerdo social, aunque, advirtió de que con este Gobierno los trabajadores no van a perder derechos en la reforma laboral. Así, indicó que se siente "comprometido y responsable de cada trabajador que ha perdido su empleo".
En este sentido, se comprometió con la sociedad a que vuelva a haber empleo y mientras tanto, a "protegerles" y por ello, abogó por trabajar para modificar el sistema financiero y la legislación urbanística en España. En su opinión, esto implica "un desafío grande y sacrificios para la mayoría", reconoció, y, por tanto, "también la mayor cooperación".
De igual forma, Zapatero apostó por la industria agroalimentaria, las energías renovables y la aeroespacial y también por trabajar con el sistema financiero para que el crédito que necesitan las empresas, sobre todo las pequeñas y medianas (pymes), pueda llegar con más facilidad para salvar empresas y empleos". "Vamos a cambiar de menos a más y a hacer que el crecimiento negativo de la economía cambie a uno positivo y después cambiaremos la destrucción de empleo por creación", aseveró. Respecto a la causa de la crisis, "no es España ni los trabajadores ni los empresarios ni ningún país de la UE ni el euro, sino aquellos que pusieron en circulación préstamos que no se sostenían para tener grandes beneficios".
En este sentido el jefe del Ejecutivo subrayó que, la avaricia, la falta de regulación y la ambición desmedida, además de lo sucedido con el sector inmobiliario, se produjo porque "llegó el Gobierno del PP, que dijo que en todo el suelo se podía construir y venga a subir el precio de la vivienda". No obstante, reconoció que la responsabilidad actual ante la crisis y ante el desempleo es ante todo del Ejecutivo central.
reducir el déficit público Rodríguez Zapatero destacó que es preciso reducir el déficit público, un gasto extraordinario creado para pagar la prestación por desempleo o actuaciones como las del Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL), para mantener empresas o para dar créditos a las pymes.
El jefe del Gobierno hizo hincapié en que España es un "país sólido, tiene una gran solvencia y su deuda es de las más bajas de la UE, 20 puntos por debajo". Por ello, dijo que "no hay derecho a que nadie ponga en duda la solvencia de España como país", ante lo que criticó a Rajoy, ya que lo que se ha tenido que pagar en 2009 en el servicio de la deuda "es un 4% del gasto público total del Estado y en 2000, el año del milagro económico de Aznar, la deuda nos costaba el 8%". "Es sencillamente inmoral", apostilló.