madrid. Hace una semana y ante las críticas recibidas, el presidente del Congreso, José Bono, enviaba a los integrantes de las Cortes una carta, a modo de argumentario, para que sus señorías pudieran defenderse de los "ataques" recibidos. Esa carta fue célebre por la comparativa con el fichaje del jugador de fútbol Cristiano Ronaldo por el Real Madrid (el presupuesto del Congreso es "tan sólo" cuatro millones de euros más alto), pero su contenido va mucho más allá.
La carta está llena de datos para desmentir supuestos despilfarros. Los sueldos de los parlamentarios, según explica, "llevan dos años congelados".
Además, todos los gastos de Congreso, Senado, Defensor del Pueblo y Junta Electoral Central "suponen sólo el 0,09% del Presupuesto del Estado".
Bono se detiene especialmente en el asunto de los complementos de pensiones para diputados, una de las cuestiones que más polémica ha generado tras la propuesta del Gobierno de ampliar la edad de jubilación a los 67 años.
"No es una pensión parlamentaria sino un complemento. Por ello, no puede tener complemento alguno quien no ha llegado a los 65 años y no está jubilado. Desde el año 1977, ha habido 3.609 parlamentarios (diputados y senadores), de los que solamente 70 tienen reconocido un complemento de pensión, con una aportación media de Las Cortes de 1.066 euros mensuales". Los diputados, cuando se jubilan, sólo cobran este complemento si no llegan a la pensión máxima.
José Bono también ofrecía un argumentario sobre las indemnizaciones a los diputados que dejan la Cámara. "Esta garantía se debe a que el diputado no tiene derecho al subsidio de desempleo como otros colectivos. La indemnización, cuando hubiere lugar es de una mensualidad de 3.125,52 euros por cada año como diputado, con un límite máximo de 24 mensualidades".