Vitoria. A las seis de la tarde de ayer salía de Sabin Etxea un mensajero con la respuesta que el Partido Nacionalista Vasco tenía que dar al decálogo que el Gabinete López le envió tras la cita que el lehendakari, Patxi López, y el presidente jeltzale, Iñigo Urkullu, mantuvieron el pasado 29 de enero para tratar de llegar a "grandes acuerdos de país".
Dos horas más tarde, una vez que la formación nacionalista constató que la carta había llegado a su destinatario, la página web del PNV publicaba el posicionamiento del EBB que ha servido de base para el formato epistolar que ya tiene en sus manos el Gabinete López.
En él, el partido que lidera Urkullu denuncia la "inadmisible" gestión que los socialistas han hecho de este último esfuerzo por establecer puentes de comunicación entre ambas partes y, vista la falta total de "respeto institucional y político" con la que creen que han sido tratados, los nacionalistas trasladan el diálogo que pueda haber en el futuro para buscar estos acuerdos al ámbito estrictamente institucional, en el que ofrecen una vez más, eso sí, su mejor disposición al diálogo y su "máxima interlocución". Para el PNV la filtración a determinados medios del decálogo que debía recibir Sabin Etxea, y la no inclusión en él de "ni una sola de las aportaciones" que Urkullu planteó, hacen evidente que López "no ha querido crear las condiciones mínimas para sostener un proceso de diálogo estable y directo" en un intento por entablar "un diálogo unilateral" desde un objetivo "mediático".
Por eso, además de decidir trasladar el ámbito de diálogo del tú a tú a a la tradicional dinámica institucional, dando así prácticamente por muerto este intento de "institucionalizar relaciones" y recuperar "el feeling" entre PSE y PNV -como defendió el propio López-, el PNV asume "con gusto" la tarea de "liderar" el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika y la búsqueda de un "nuevo marco", ante la "falta de voluntad política" o la "intromisión del PP" de la que acusan de estar lastrado al Gabinete López.
relación imposible El día ya había comenzado a torcerse desde la rueda de prensa que la portavoz del Gobierno Vasco, Idoia Mendia, ofreció tras la reunión del Consejo de Gobierno, en la que la relación con el PNV, y la rueda de prensa crítica que había ofrecido Urkullu el día anterior fueron las protagonistas.
Mendia utilizó las mismas llamadas al acuerdo y ofreció la misma disposición a poner su mejor voluntad al servicio de esta causa que había ofrecido Urkullu. Pero también le dirigió prácticamente los mismos reproches que el dirigente jeltzale le había dedicado la víspera, evidenciando una vez más lo difícil que es ahora mismo para jeltzales y socialistas llegar a algún tipo de acuerdo. Incluso cuando dicen prácticamente lo mismo.
En ella se dejaron entrever los posibles campos base en los que se podían haber cimentado los pretendidos "acuerdos sectoriales", la mayoría relativos a pactar aquellas medidas que mejor pudieran servir para combatir la crisis económica, y partiendo además del compromiso que ambos partidos defienden sobre el papel de promover el desarrollo íntegro de las herramientas de autogobierno, es decir, el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika.
Sin embargo, igual que el lunes hizo Urkullu, también Gobierno Vasco y PSE pusieron ayer en duda la voluntad real que tiene la otra parte de llegar a acuerdos. "Sobran las excusas y falta conocer si el PNV tiene voluntad de llegar a acuerdos sobre temas de país", subrayaba Mendia. "Queda por ver si su oferta de diálogo tiene recorrido", remachaba el portavoz del PSE, José Antonio Pastor.
Y es que tanto en la rueda de prensa que ayer concedió Mendia como en la que ofreció Urkullu el día anterior, una palabra se coló entre los reproches y las manos tendidas y las ofertas de "arrimar el hombro" que ambos se cruzaron y, de hecho, ayer trascendía de nuevo en el posicionamiento del EBB: "Liderazgo".
Como ya ocurriera durante el largo proceso que abarcó la gestación del Acuerdo de Estabilidad que hizo posible que salieran adelante los Presupuestos, la forma de proyectar el papel que cada uno juega en la negociación tiene un peso decisivo. Ayer, la portavoz del Gobierno Vasco subrayaba que el lehendakari no busca en el PNV "que apoye al Gobierno" ni que negocie la llegada de las transferencias pendientes del Estatuto por él, porque no tiene pensado renunciar a su "liderazgo". "No estamos pidiendo que gobiernen desde la oposición, como tal vez pretende el PNV, porque ya hay un Gobierno", remataba después Pastor.
Ahora, a falta de conocer la respuesta que da el Gabinete López a la carta recibida ayer, habrá que ver el margen que queda de acuerdo entre ambos, pero en las instituciones.