Vitoria. La participación de Ezker Batua en el Gobierno tripartito fue uno de los principales ejes de la polémica que derivó en la fractura del partido y la posterior creación de Alternatiba. Después de que el coordinador de EB, Mikel Arana, asumiera en su blog el "error" que supuso sumarse a PNV y EA en labores ejecutivas, la pregunta que quedaba por responder es si esta reflexión hubiera evitado la escisión en la formación de izquierda si hubiese llegado un año antes.
Oskar Matute, ex parlamentario de EB y actual dirigente de Alternatiba, no tiene ninguna duda al respecto. En su opinión, la incorporación al tripartito "no era la única divergencia", sino que existían "otros muchos aspectos" que cimentaron la brecha entre la dirección liderada por Javier Madrazo y el sector crítico.
Por ello, asegura que si las palabras de Arana hubieran llegado antes de que concluyese la anterior legislatura, esta circunstancia no hubiera frenado el alumbramiento de Alternatiba, formación que según matizó Matute, no sólo aglutina a ex dirigentes de EB, sino que ha incorporado a ciudadanos que hasta ahora no habían tomado parte en política.
Experimentado en las lides parlamentarias, Matute recuerda que las palabras críticas con la pretérita relación de EB con el PNV llegan en un momento en el que "la correlación de fuerzas existente es otra", por lo que enmarca las palabras de su ex compañero de partido en "una historia más de titulares que otra cosa".
En su mensaje en el blog, además de reconocer el "error" de participar en el tripartito, Arana aseguró que EB pasó a ser percibida por la ciudadanía como "una organización muy amante del gobierno y capaz de tragar carros y carretas con tal de mantener el poder".