Vitoria. La polémica en torno a la futura transferencia de las políticas activas de empleo a Euskadi sumó ayer un nuevo episodio. En esta ocasión, el rifirrafe lo protagonizaron el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El primero advirtió al segundo de que si esta transferencia supone una "amputación del autogobierno" vasco, que el Gobierno del PSOE se olvide de pactar con el PNV. "Muy probablemente", dijo Erkoreka, el Gobierno de Zapatero estaría "descartando" al grupo jeltzale a la hora de llegar a acuerdos en el Congreso. El jefe del Ejecutivo, que anunció que la próxima semana se informará del estado de las conversaciones el lehendakari aseguró la semana pasada que la transferencia estará cerrada a comienzos de otoño y el vicepresidente Manuel Chaves garantizó que ésta se materializará antes de 2011, le contestó que en un proceso de diálogo no son "razonables" las posturas "maximalistas". En la sesión de control al Gobierno, Erkoreka insistió en que una transferencia de políticas activas de empleo que menoscabe el autogobierno vasco sería considerada por el PNV como una "agresión a uno de sus objetivos principales". Tras recordar que su partido lleva 30 años reclamando "de modo insistente" esta transferencia, subrayó que si el Gobierno "rebaja el Estatuto de Gernika, seguramente recabará el aplauso del PP", pero advirtió de que "muy probablemente estará descartando" a su partido "como posible socio de Gobierno para acuerdos en el futuro". Zapatero acusó a los nacionalistas vascos de utilizar "adjetivos extremos" y, por ello, les instó a adoptar una posición "de diálogo" porque será "la mejor para que Euskadi tenga unas buenas políticas activas de empleo".
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