madrid. El presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero aseguró ayer que valora "positivamente" la propuesta de CiU y ERC de alcanzar un pacto de Estado para salir de la crisis y adelantó la "plena disposición al diálogo" del Gobierno. El jefe del Ejecutivo respondía así al senador de CiU, Jordi Vilajoana, quien le preguntó en el pleno de control al Gobierno del Senado por la valoración que hacía sobre esa oferta causada por "los sucesivos y relevantes errores de previsión de su Gobierno en materia económica".
Zapatero recordó que el Ejecutivo siempre ha procurado llegar a entendimientos con CiU y especialmente en el ámbito económico. "Todo aquel esfuerzo que trate de fortalecer la credibilidad para fomentar la confianza y ganar la recuperación económica es bienvenido", recalcó. Sobre las críticas del senador ante la falta de acierto del Gobierno en sus previsiones, aseguró que las que trasladó a la Cámara en el momento de elaborar el Presupuesto "se van a cumplir", aunque admitió que el déficit se ha desviado dos puntos de la cifra estimada inicialmente. Recordó que, por este motivo, se ha elaborado un plan de reducción del déficit que el país "puede cumplir" sin afectar en lo esencial al gasto social, y aseveró que el Ejecutivo ha cumplido con la obligación de presentar un informe para reducir el saldo negativo de las cuentas antes del 2013.
Pero Zapatero se hubo de enfrentar ayer también a la visión del PP sobre el país. Su portavoz en el Senado, Pío García Escudero, pidió al presidente que "se deje ayudar", después de haberle acusado de "dilapidar" la "mejor herencia" y no haber hecho caso "por su soberbia" a las advertencias que desde hace tres años le vienen haciendo todos los organismos internacionales. "Se acabó la fiesta", exclamó y reprochó a Zapatero los "seis años perdidos", le preguntó "quién los devuelve" y le recordó las palabras de Rajoy en 2008 cuando afirmó que "cuando se apaguen las luces y haya que apretar los dientes, el único que seguirá a su lado seré yo".