Vitoria. El horizonte electoral de 2011 acucia a todas las formaciones vascas, sin excepciones, y los dirigentes políticos comienzan a levantar sus cartas y definir sus estrategias de cara a la cita prevista para la primavera del próximo año e incluso para la de dentro de cuatro años, como hizo ayer el presidente del PSE-EE, Jesús Eguiguren, cuya apuesta se basa en impulsar un nuevo socialismo vasquista, "sin complejos", al estilo -dijo- de "lo que hizo Tony Blair con el nuevo laborismo", pero sobre todo que se diferencie de la "tradición vasco-españolista" que, según dio a entender, representa únicamente el PP, el mismo partido con el que los socialistas mantienen actualmente su pacto de estabilidad.

El dirigente socialista, que fue entrevistado en Radio Euskadi, tachó de "normal y corriente" el citado pacto PSE-PP e incluso consideró que tenía que haber llegado antes. "Ya era hora también de que en este país se hiciera un poco de justicia al PP, porque es una de las tradiciones más potentes de este país", explicó.

Las alabanzas de Eguiguren llegaron ayer hasta el PNV cuando reconoció que "gran parte de las cosas que ha hecho el nacionalismo en el Gobierno las ha hecho muy bien".

Y tras tanto halago sospechoso y comprensión en voz alta, el presidente de los socialistas vascos se dirigió a los suyos para advertirles de que el pacto con el PP no debe traer un "cambio" de "régimen político" distinto "al que había antes cuando gobernaba el PNV". "El PSE-EE lo que tiene que hacer -subrayó-, en vez de refugiarse en esa filosofía del cambio en sentido negativo, es tener un proyecto de gobierno y de país distinto", al del PNV y al del PP.

En este sentido, reivindicó las olvidadas siglas de Euskadiko Ezkerra (EE) como símbolo para la revitalización del vasquismo. "Yo creo que ahora es la hora de la convergencia con Euskadiko Ezkerra, es la hora del vasquismo, de perder cualquier tipo de complejo", concluyó.