munich. El ministro de Exteriores iraní , Manucher Mottaki, aseguró ayer en una rueda de prensa durante la Conferencia de Seguridad Internacional que se celebra en Munich, que el Gobierno de Irán defiende una política de "energía nuclear para todos y armas atómicas para nadie", poco después de elogiar el discurso que el presidente estadounidense Barack Obama hizo en Praga en el que propuso eliminar las armas de destrucción masiva del planeta.

Mottaki insistió en que es posible llegar "en un futuro cercano" a un acuerdo para el intercambio de combustible nuclear propuesto por el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, con el fin de cubrir la necesidades de su país para fines exclusivamente médicos.

Sin embargo y poco después de la rueda de prensa del diplomático iraní, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Yukiya Amano, desinfló las afirmaciones de Mottaki al comentar lacónicamente, tras entrevistarse durante media hora con el ministro iraní, que todavía no había recibido la anunciada contrapropuesta del país persa. Asímismo Mottaki aseguró con optimismo que los contactos mantenidos en la capital bávara habían tenido un desarrollo positivo y habló de voluntad política de llegar a un acuerdo.

Por el contrario, dichas declaraciones contrastan con las hechas por otros asistentes a la conferencia, que se mostraron decepcionados por la intransigencia de las autoridades de Teherán, que no dieron lugar a avances en el contenioso atómico durante las reuniones celebradas en Múnich.

"Nuestra mano sigue extendida, pero hasta ahora solo ha tocado el vacío", dijo el vicecanciller y ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, quien reclamó al abrir la reunión de ayer de las autoridades de Irán que pasen de las palabras a los hechos en el conflicto por su polémico programa nuclear.

Westerwelle reconoció que Irán tiene derecho al uso pacífico de la energía atómica, pero afirmó tajantemente que "el rearme nuclear de Irán es inaceptable para nosotros" y exigió que Teherán "demuestre" sus intenciones pacíficas en el campo atómico.

Mas condescendiente hacia Irán fue el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, quien señaló que Irán tiene motivos para estar preocupado por su seguridad y dijo que el conflicto en materia nuclear no podrá resolverse si "ignoramos lo que sucede en la región, también entre árabes e israelíes".