belfast. El ministro principal de Irlanda del Norte, Peter Robinson, retomó el miércoles sus funciones después de que el mes pasado abandonara su cargo según anunció por un "periodo corto" (la ley permite al ministro principal dejar sus funciones durante un máximo de seis semanas), con el fin de ganar influencia para impulsar las negociaciones entre las dos partes del frágil gobierno de unidad.
Robinson renunció a sus funciones el 11 de enero para hacer frente a una investigación sobre las 50.000 libras (80.000 dólares) que su esposa recaudó para un joven de 19 años con quien tenía una relación extramatrimonial y al que estaba ayudando a abrir un café en Belfast.
La ministra de Empresas, Comercio e Inversión, Arlene Foster, asumió el cargo del ministro principal de forma temporal, por un máximo de seis semanas.
Pero Robinson permaneció al frente del Partido Unionista Democrático (DUP) y siguió encabezando las conversaciones con el Sinn Fein, el partido nacionalista irlandés y socio del Gobierno, sobre la transferencia de las competencias de Policía y Justicia de Londres a Belfast.
Robinson dijo el miércoles que los consejos legales que recibió confirmaron su opinión de que actuó de forma adecuada y de acuerdo con sus deberes públicos en todo momento. "Por lo tanto, me alegro de poder retomar plenamente mis funciones con confianza en este momento crítico", manifestó convencido.
Robinson tiene que solucionar las diferencias dentro de su partido antes de poder llegar a un acuerdo con el Sinn Fein sobre los planes de otorgar a Irlanda del Norte su primer Ministerio de Justicia, uno de los pasos más importantes desde la firma del acuerdo de paz del Viernes Santo en el año 1998, que puso fin a décadas de violencia entre los partidos nacionalistas irlandeses y el IRA y los partidos pro británicos protestantes. El fracaso de las conversaciones llevaría a la convocatoria de elecciones anticipadas en la provincia británica.