Vitoria. Los parlamentarios de Aralar en la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra se dieron cita ayer en la Cámara legislativa de Vitoria para activar un grupo de trabajo conjunto con el que visualizaron la necesidad de impulsar una colaboración institucional más estrecha desde la que hacer frente a las "materias que afectan al conjunto de Euskal Herria". Los dirigentes de la formación en ambos parlamentos, Aintzane Ezenarro y Txentxo Jiménez, portavoz de Nafarroa Bai, fueron los encargados de explicar las razones por las que han decidido poner en marcha esta iniciativa destinada a "estrechar las relaciones entre ambos grupos" para responder desde un punto de vista de izquierdas y abertzale a las necesidades del país. Este grupo de trabajo nace con vocación de mantenerse a largo plazo por lo que volverá a reunirse, "al menos una vez cada dos meses". En estas citas, los representantes de Aralar tendrán varias prioridades de acción. Por un lado, las políticas, centradas en "la defensa de nuestras señas de identidad como pueblo" y del derecho a decidir que pretenden que se incluya de manera expresa en la reforma de los estatutos de ambas comunidades como primer paso hacia la creación de un nuevo escenario; por otro lado, las relacionadas con la "territorialidad", entendiendo este concepto como la plasmación real del vínculo especial que, a su juicio, debería presidir la relación entre ambas comunidades, y que debería proyectarse sobre el debate de asuntos concretos como son los relacionados con la Salud, las infraestructuras, o la defensa de las fiscalidades propias "ante Madrid y Estrasburgo". En este sentido, los representantes abertzales denunciaron como "claramente insuficiente" el protocolo de colaboración que suscribieron los presidentes Patxi López y Miguel Sanz que, además, en su opinión ninguno tiene intención de cumplir "ni en sus más básicos principios", embarcados como ven a "los binomios UPN-PSN y PSE-PP" en una campaña de asimilación de la identidad vasca en la española que parte de la campaña de "normalización" en la que quieren encuadrar sus relaciones de "buena vecindad". demanda y necesidad social Para Aralar, la defensa de estas tesis no se debe despreciar limitándola a lo que un partido abertzale puede buscar de cara a la construcción nacional, sino que es un intento sincero de dar respuestas válidas a los electorados que se sienten de izquierdas y abertzales y a todos aquéllos que creen que lo normal sería que Navarra y la CAV estrecharan sus lazos y compartieran determinados debates sociales para mejorar el día a día de sus ciudadanos. En este sentido, invitaron a sumarse a esta estrategia a quienes compartan esta necesidad, si bien en el plano estrictamente abertzale refiriéndose una vez más a la construcción de ese hipotético polo soberanista quisieron dejar claro que "una cosa es buscar la colaboración", y otra bien distinta, convertirla "en una fórmula electoral".