j. arretxe

Donostia. Pese al frío de la capital guipuzcoana, los ciudadanos salieron ayer a la calle para recordar a las víctimas del terrorismo. El acto, convocado por el Ayuntamiento de Donostia, reunió a cerca de doscientas personas bajo el lema Una llama por el recuerdo. Una llamada a la Paz. Tal y como expresaron los concejales el martes, en estas fechas "se siente especialmente la ausencia de los seres queridos", algo con lo que coincidió Sandra Carrasco, hija del ex edil socialista asesinado en Arrasate en 2008. Además, amigos y allegados de otras víctimas mortales de ETA como Santiago Oleaga o Eugenio Olaciregui también acudieron.

En representación de las autoridades presentes, Odón Elorza tomó la palabra para exigir que "se respete la vida, la libertad y todos los derechos humanos" y pidió a las víctimas que mantengan "la esperanza bien alta".