cinco días después de que comenzara en la Audiencia Nacional el juicio contra los imputados del denominado caso Egunkaria por un presunto delito de integración en ETA, una marea humana hizo ayer público en las calles de Bilbao su veredicto: "Egunkaria libre!" La solidaridad con Martxelo Otamendi, Iñaki Uria, Joan Mari Torrealdai, Xabier Oleaga y Txema Auzmendi fue capaz de unir detrás de la misma pancarta a representantes de todas las sensibilidades políticas presentes en la CAV-salvo los integrantes del bloque constitucionalista- y a los sindicatos mayoritarios. Por un día dejaron aparcadas las rivalidades y se centraron en exigir la libre absolución de los cinco implicados, así como de defender el proyecto que los tribunales españoles intentaron frenar aquel ya lejano 20 de febrero de 2003.

Y el mensaje de unidad que los representantes políticos y sindicales mandaron a la sociedad al confirmar su asistencia a la marcha fue recogido por miles de ciudadanos anónimos en una de las manifestaciones más multitudinarias de los últimos años en la capital vizcaína -más de 30.000 personas marcharon entre aplausos y gritos de apoyo al periódico clausurado-. Si hace casi ya siete años, Donostia se quedó pequeña en la primera protesta contra la decisión del juez Del Olmo, la reivindicación de ayer le fue a la zaga, aunque con los ánimos menos a flor de piel que entonces -en aquella ocasión la presencia de la Guardia Civil en la sede de Andoain estaba muy fresca-.

Si una imagen describe la hora y cuarto que se prolongó la manifestación en la gélida tarde -el termómetro no superó los cinco grados durante todo el trayecto- fue la de Martxelo Otamendi enseñando a los medios gráficos el último ejemplar de Egunkaria. Una portada que fue diseñada para informar de lo ocurrido el día anterior, pero que pasó a la historia al ser la última bajo esa mancheta. Luego llegaría Berria. Antes de llegar a la plaza Zabalburu, la manifestación se detuvo y el último director del diario clausurado, flanqueado por el lema de la protesta -Egunkaria libre. Mundan libre bizi ahal izateko- mostró el periódico del 20 de febrero de hace seis años. La multitud, como durante todo el recorrido, le brindó una cerrada ovación y ya nadie dejó de caminar hasta llegar al Ayuntamiento bilbaino.

En las escalinatas del consistorio, el ex presidente del Consejo de Administración de Egunkaria fue el encargado de cerrar la manifestación con un texto en el que reclamó la libertad para "el único periódico del mundo en euskera", así como la absolución de todos los procesados en el juicio que se retomará el próximo mes de enero en la Audiencia Nacional.

"Atacaron Egunkaria para dejar vacío el mundo del euskera y golpearon la identidad del pueblo vasco, la que le da la lengua vasca, atacando a todos los vascos que aman el euskera. Por eso, la ciudadanía dijo hace siete años "ya basta". Y ahora también", subrayó Joan Mari Torrealdai, tras advertir de que, al igual que ayer, también hacía mucho frío cuando fueron detenidos y la Guardia Civiles les llevó al cuartel de Tres Cantos, donde les golpearon e insultaron. Un frío que, según remarcó Torrealdai, no les ha abandonado este tiempo: "De no haber sido por vuestro calor, por la amplia mayoría de la sociedad vasca, por los ciudadanos corrientes como nosotros, por los organismos sociales, sindicatos, partidos políticos e instituciones, quizá estaríamos enfrentándonos al olvido en ese negro agujero".

Tras advertir de que él y el resto de los procesados no quieren que los castigos que han padecido abran camino a otros contra la actividad cultural vasca en el futuro, Torrealdai confió en que no vuelva a suceder de nuevo una "injusticia" como esta: "Los euskaldunes, los vascos, queremos vivir libres, como libre tiene que ser Egunkaria en una Euskal Herria libre".

amplia representación Antes de que comenzara la manifestación, la nutrida representación política y sindical fue cogiendo posiciones. Algunos, como el lehendakari Juan José Ibarretxe, que estuvo acompañado de Begoña Arregi, prefirió estar en un segundo plano; otros, como el lehendakari José Antonio Ardanza hizo el recorrido junto a la delegación del PNV, que estuvo liderada por Iñigo Urkullu, Joseba Egibar, Andoni Ortuzar, Belén Greaves, Iñigo Iturrate y Josune Ariztondo. Otro inquilino de Ajuria Enea que no faltó fue Carlos Garaikoetxea, junto a sus compañeros de Eusko Alkartasuna Pello Urizar, Unai Ziarreta y Maiorga Ramírez. De la izquierda abertzale oficial, Jone Goirizelaia, Tasio Erkizia, Rufi Etxeberria, Iñigo Iruin, Arantza Urkaregi y Jon Aginako fueron algunas de las caras más conocidas.

También participaron Javier Madrazo y Mikel Arana (EB); Oskar Matute (Alternatiba); Iñaki Galdos (Hamaikabat); Jon Abril (Aralar); Txiki Muñoz, Ainhoa Etxaide y Unai Sordo (en representación de los sindicatos ELA, LAB y CCOO, respectivamente); Paul Rios (Lokarri); el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano; y entre la amplia representación del mundo de la cultura se pudo ver entre la multitud a Anjel Lertxundi, Iñaki Murua y Juan Mari Irigoien. En representación del Grupo Noticias asistieron Iñaki Alzaga, Iñigo Camino y Arantza Zugasti.

Entre los líderes políticos que hicieron una valoración ante los medios de comunicación, la del presidente del EBB fue una de las que más expectación levantó. Iñigo Urkullu -que lamentó la ausencia de los representantes del Partido Socialista en la manifestación- denunció que el daño ya está hecho, ante de asegurar que todo no es ETA. "Esperemos que el impulso político quede zanjado de una vez por todas, se termine este proceso y cada uno pueda hacer su vida en orden a lo que es la libertad de expresión, de opinión o de información". El vicecoordinador general de Aralar, por su parte, dijo que no hay un argumento jurídico en el caso: "Es inaceptable, en un Estado que se tiene por democrático, que se cierren periódicos. Es un atentado contra derechos fundamentales.

El portavoz del PSE en el Parlamento vasco, José Antonio Pastor, subrayó ayer que no se puede decir que el cierre de "Egunkaria" fuera una actuación dirigida contra el pueblo vasco ni contra el euskera, aunque reconoció que probablemente se haya producido un "fallo" en el Estado de Derecho por el retraso del juicio. En declaraciones a Radio Euskadi, se mostró partidario de realizar una valoración "ecuánime" de la situación, sin cargar las tintas ni en un aspecto ni en el otro". "Esto no tiene nada que ver con una actuación ni contra el pueblo vasco ni contra el euskera por mucho que algunos lo quieran generalizar", aseguró Pastor, puntualizando, eso sí, que "más allá de la valoración que a algunos nos mereciera la línea informativa de "Egunkaria", con la que teníamos profundas discrepancias de todo tipo, creo que no es de recibo esta duración enorme de un juicio". Según el dirigente del PSE, "estamos en una situación absolutamente distinta y el hecho de que la Fiscalía haya decidido retirar los cargos es una demostración de que, por mucho que algunos quieran permanentemente decir otra cosa, el Estado de Derecho tiene mecanismos de corrección".