Madrid. Un error de CiU y PNV en la última votación sobre el nuevo modelo de financiación autonómica permitió ayer que el sistema fuera aprobado por una mayoría mucho más amplia de la prevista y con los votos en contra del PP y del BNG y la abstención de IU.

La votación del texto con carácter orgánico tuvo que repetirse por un error por parte de los servicios de la Cámara y la norma pasó de obtener 180 a 192 votos a favor (la mayoría absoluta está en 176). Con su aprobación por el pleno de la Cámara Baja, el nuevo sistema podrá comenzar a aplicarse el próximo 1 de enero como estaba previsto.

Ante un hemiciclo semivacío durante el debate, en el que la vicepresidenta económica, Elena Salgado, fue la única representante del Ejecutivo, aunque no tomó la palabra, los portavoces de los grupos parlamentarios volvieron a desgranar sus posiciones a favor y en contra de la reforma.

En su intervención, el portavoz de CiU, Josep María Sánchez Llibre, expresó la oposición "frontal" de su grupo a los dos proyectos de ley que lo regulan, ya que "incumplen" el Estatuto catalán.

Es además, a su juicio, un sistema "opaco" y "poco democrático" que castiga a las comunidades que realizan un mayor esfuerzo fiscal y que no respeta la "bilateralidad" prevista en el Estatuto de Cataluña.

El diputado del PSOE José Javier Mármol recordó al portavoz de CiU que han votado durante toda la tramitación de las normas con "aquellos que han llevado el Estatuto al Constitucional", en referencia al PP.

Aseguró que el modelo, fruto de un "extraordinario trabajo", beneficia a Cataluña y al resto del país y sustituye a un sistema que ha demostrado su insuficiencia.

Desde el PP, Álvaro Nadal, comentó que "no se pueden hacer peor las cosas, de manera más partidista y arbitraria en las cuestiones territoriales". Tras mostrar su rechazo al modelo, Nadal dijo que va "a ser muy difícil, por no decir imposible" que se garanticen los servicios públicos con el nuevo sistema de financiación.

Por todo ello, dijo que es "un modelo que nace fracasado, que no atiende a las necesidades" y "da la espalda a la crisis económica" porque "sube los impuestos" y por tanto "retrasa la recuperación económica", de manera que será necesario reformarlo.

El portavoz de ERC, Joan Ridao, recordó las críticas del PP al "traje a medida" de Cataluña que supone el nuevo modelo y señaló que lo que ha pasado es que se ha cambiado de "sastre y de traje" y el resultado ha sido uno muy diferente al "indecoroso" que pactaron PP y CiU en 2001.

Desde el PNV Pedro María Azpiazu justificó su abstención -inicial ya que luego votó a favor por error- en que la reforma de la LOFCA no afecta al modelo de concierto económico vigente en el País Vasco.

La diputada de UPyD, Rosa Díez, se mostró contraria al nuevo sistema porque no responde a los problemas de desigualdad entre ciudadanos y es un modelo pactado entre el Gobierno central y el catalán.