roma. Un joven italiano de 26 años fue interceptado por la guardia de seguridad mientras intentaba acceder al séptimo piso del hospital San Raffaele de Milán, donde está ingresado Silvio Berlusconi con el objetivo de "saludarle". El chico aseguró tras ser detenido anoche que su intención era sólo saludar al primer ministro italiano, hospitalizado tras su agresión el pasado domingo en la Plaza milanesa del Duomo, según informó ayer la jefatura de policía de la ciudad.
La Policía explicó que el chico, que presenta evidentes problemas psicológicos, entró al hospital tras aparcar su vehículo en el aparcamiento subterráneo y tomó el ascensor hasta el séptimo piso, donde está ingresado Berlusconi. Los agentes de seguridad cachearon inmediatamente al joven, pero no encontraron nada que resultase peligroso, mientras que en el vehículo había algunos palos de hockey.
El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, no abandonará hasta mañana el hospital "San Raffaele" de Milán, en el que permanece ingresado desde el pasado domingo tras sufrir una agresión en la plaza del Duomo de la ciudad italiana al término de un tenso mitin.
Por su parte, el médico personal de Berlusconi, Alberto Zangrillo, que trabaja en el centro hospitalario, leyó ayer un nuevo parte médico sobre la salud del mandatario, en el que se pospone para mañana su alta médica, prevista en principio para este miércoles.
La decisión de prorrogar el ingreso del gobernante en el hospital fue tomada porque "perdura la sintomatología dolorosa, porque se han agudizado los dolores del cuello, porque presenta un edema en el rostro y porque sigue registrando dificultades para alimentarse".
Salud Los médicos, quienes definen las condiciones de salud de Berlusconi como "buenas y satisfactorias", utilizan en ocasiones suero para alimentarle y están "tranquilos" por el estado de salud del mandatario, de 73 años.
Zangrillo informó de que el mandatario no asistirá a eventos públicos en los próximos quince días y que su salida del San Raffaele está prevista para las primeras horas de la tarde de hoy. Con la de ayer serán ya cuatro las noches que Berlusconi pasará en el hospital de la capital lombarda, donde se recupera de una rotura parcial del tabique nasal y de dos dientes, así como un profundo corte en el labio.
El subsecretario a la presidencia del Gobierno, Paolo Bonaiuti, informó a primera hora de ayer al canal televisivo Sky Tg24 que Berlusconi había pasado su tercera noche en el hospital con algunas molestias debido a los dolores, lo que hacía indicar que la salida del político podría no producirse este miércoles. "Ha pasado una noche más agitada que las anteriores, ya que se han agudizado los dolores sobre todo los del cuello debido al fuerte golpe", indicó Bonaiuti.
El presunto autor de la agresión, Massimo Tartaglia, de 42 años y en tratamiento psiquiátrico, permanecerá en prisión cautelar en la cárcel de San Vittore de la capital lombarda, después de que la jueza Cristina di Censo ratificara ayer esta medida tras el interrogatorio a que fue sometido el martes.
La decisión de la magistrada, quien impuso además el seguimiento psicológico continuo del detenido, llega ante el riesgo de reiteración del delito del que se le acusa y de alteración de las pruebas, pues sigue abierta la investigación de lo sucedido al término del mitin del PDL.