madrid. El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, descartó ayer la intervención directa del Rey para mediar en el caso de la activista saharaui Aminetu Haidar, en huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote desde hace un mes. "No está pensada una intervención de Su Majestad el Rey" dijo Moratinos, tras reunirse durante algo más de una hora con la Secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton.
El titular de Exteriores español señaló que "el Gobierno asume su responsabilidad como Gobierno", a lo que añadió que en situaciones como la de Haidar lo lógico es que "la mayor responsabilidad" recaiga sobre el Gobierno. Apuntó que el Estado español "quiere contribuir a que por fin pueda haber una integración regional magrebí".
Dentro de esa estrategia es necesario, según Moratinos, que Marruecos y Argelia "puedan entenderse", así como encontrar, con el Frente Polisario y Marruecos, "una solución definitiva del problema del Sahara que permita la libre autodeterminación del pueblo saharaui". Por su parte el ministro de Estado de Marruecos y secretario general del Movimiento Popular, Mohand Leanser, respondió ayer que su país "no abdicará, ni olvidará sus intereses y derechos" en el Sáhara, a pesar de la huelga de hambre de la activista saharaui.
Leanser, que se entrevistó con el presidente del Parlamento de Canarias, Antonio Castro, y con una representación de los grupos parlamentarios, indicó al término de los encuentros a los medios que estaba en la Cámara regional para explicar que su país está interesado en "avanzar" en las relaciones con el archipiélago. "También he venido para explicar a los amigos canarios el problema espinoso con Aminetu Haidar", puntualizó.
A su juicio, se trata de un "problema político", aunque se haya planteado vinculado a los Derechos Humanos.